Capítulo 2.

9 2 0
                                    


- Bien, entonces Sam, ¿qué me cuentas de ti?

- No mucho, soy nuevo en la ciudad.

- Eso explicaría tu acento - dijo sonriendo.

- ¿Se nota demasiado? - reí.

- Algo así... ¿Y que tienes pensado hacer después de la fiesta?

- La verdad no lo s...

- Irá a mí casa, ¿no cariño? ¿Estas coqueteando con alguien en mí ausencia? ¿Debería sentirme ofendido? ¿Intentas engañarme? - dijo de repente Theo apareciendo detrás de Jace.

- Creo que debo volver al trabajo - dijo este último antes de desaparecer.

- Te debo una - mencioné.

- Sé que en realidad no te gustan los chicos, lo haces por joder y te veías en aprietos. ¿Conseguiste su número?

- ¿Tan desesperado estás? - dije riendo.

- Que haya salvado tu trasero no significa que aún así él no me guste.

- Coquetea tú con él, no quiero volver a relacionarme con él, creo que se lo tomó demasiado en serio.

- El que le gusta eres tú.

- ¡Pero yo no soy gay! - dije casi gritando, las personas de alrededor dirigieron su mirada hacia nosotros - ¿También quieren tomar una foto o qué? - dije molesto.

- Bueno pero no te enojes princesa - dijo mí amigo a las carcajadas - Veo si puedo conquistarlo, mientras tanto tú ve a dar una vuelta, consigue a alguien, que te hace falta.

- Pudrete Theo - dije mientras me dirigía hacia la pista de baile.

Una vez allí ví a varias chicas bastantes sensuales bailar al ritmo de la música, me acerqué poco a poco a una linda pelirroja pero no demasiado para incomodarla. Cuando notó mí presencia empezó a contonear más las caderas. Su trasero estaba a nada de ser visto por todo el mundo con su diminuto vestido, en realidad se veía algo ebria y joven. Ella siguió bailando mientras de a poco me acerqué hasta quedar cerca de su oído.

- Que bien bailas - dije con voz ronca, pude ver su piel erizarse, para luego agarrarla de la cintura y darla vuelta - ¿Ya te han dicho lo hermosa que eres? - soltó una risa nerviosa, no dijo nada pero siguió bailando junto a mí, así que seguí hablando - Te he estado viendo, en verdad eres hermosa, y no quiero que creas que intento llevarte a la cama, solo...

- ¿No quieres llevarme a la cama? - dijo de repente observándome.

- ¿Quieres que te lleve a la cama? - dije confundido.

- Creo que es demasiado obvio - dijo está vez sonriéndome coqueta.

- ¿Quieres largarte de aquí?

- Al fin lo dices, busco a mí amiga y vamos a mí departamento. - se fue y la esperé alrededor de 5 minutos - Acá estoy, vamos.

Fuimos hasta mi auto, le abrí la puerta, subimos, me dió su dirección, puse algo de música, nos pusimos a contar un par de anécdotas de la preparatoria.

- Entonces después de la gran guerra de comida, suspendieron dos semanas a todo mi grupo contándome, y cuando volvimos nos obligaron a limpiar todo el puto colegio. Fue una de las mayores locuras que hicimos, pero no me arrepiento de nada - dije por último riéndome a carcajadas, mí acompañante estaba que le faltaba el aire de tanto reír.

- ¿En verdad pusieron música en los parlantes de todo el colegio para que fuese más épico? - asentí con la cabeza - ¡Son mis ídolos! - siguió riendose, había algo en ella que me resultaba familiar, pero no pude recordar qué.

Cuando llegamos, se adentró por las puertas del edificio guiandome hasta el elevador, una vez adentro me acerqué y la besé apasionadamente contra una de las paredes, era un beso demandante, agarré su rostro con ambas manos y las suyas hicieron lo mismo con el mío. El elevador se abrió así que caminamos hasta su departamento, en cuanto cerró la puerta la arrinconé sobre la puerta para intensificar aún más el beso, de un momento a otro sus piernas estaban enroscadas en mi cadera y yo haciendo presión sobre ella. Después de un tiempo nos separamos para tomar aire, sujetó mi mano, caminamos hacia su habitación, la recosté suavemente sobre la cama, empecé a quitarme la camisa mientras que ella simplemente observaba mi físico, hombros anchos, abdomen marcado, brazos fuertes, y no nos olvidemos del culazo que tengo, el ego nunca me falta damas y caballeros.

Seguí besándola, poco a poco fui bajando desde su barbilla, hacia su mandíbula, luego el cuello, seguido de húmedos besos que se dirigían hacia el inicio de sus pechos. Ella tenía sus piernas al rededor de mi cadera, se que podía sentir mi miembro sobre ella sin problema, podía sentir como la excitación empezaba a esparcirse por todo mi cuerpo, cuando de repente...

- ¡Alice! ¡Elizabeth está en la cárcel! - entró de golpe una joven chica, un poco más grande que Alice, ella era rubia de ojos verdes, sus ojos... - Oh, lo siento - dijo mientras cerraba la puerta.

- Maldición - soltó la chica debajo de mi - Lo lamento, Elizabeth es mí hermana menor, siempre se mete en problemas, ¿te importaría acompañarme?

- Claro, no hay problema - dije saliendo de encima y colocándome mí camisa de vuelta.

Los 3 nos dirigimos a mí auto, me ofrecí a llevarlas ya que se veían alteradas por la situación, las entendía, quizás no tenga hermanos pero si amigos que los consideraba como tal y de vez en cuando se metían en problemas. Luego de un rato de estar en silencio, la rubia habló.

- Estábamos en la fiesta... - ojeó hacia donde yo me encontraba, como si debatiera entre decirlo o no -  alguien intentó manosear a Lizzie - noté como ambas se tensaron, Alice apretó las manos en su cartera - Entonces Marco y yo interferimos, este chico llamó a sus amigos, uno de ellos me empujó, los amigos de Marco se metieron y se armó una gran pelea, vino la policia y... Lizzie está en la cárcel, al igual que los chicos... Pero Luke... Él está en el hospital Ali.












• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Nota de autora:

Se que es algo corto, pero siento que es mucho drama para un solo capítulo, pronto subiré el resto.

Gracias 💛

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 14, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

 S A M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora