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"Detención"

Me encuentro en detención por haber ayudado a Ned a levantarse después de que el idiota de Flash lo empujara, si comprendo es algo "tonto", pero que se pueden esperar de un par de adolescentes hormonales en la universidad, además nadie se esperaba que su "mejor amigo" solo estallaría en carcajadas al ver al regordete en el suelo y pasaría de largo.

Estar sentada todo una  hora completa en detención me había provocado pequeños dolores en la parte baja de mi espalda o mayor conocido como dolor de trasero, solo nos encontramos 4 chicos en detención, un chico de cabello rubio y ojos azules  jamás lo había notado, una chica de mi clase de Ciencia histórica creo que su nombre es Mich o Michelle, por último Ned y  yo, estoy tan aburrida que incluso me estoy comenzando a dormir en la silla pero inmediatamente se me va el sueño cuando una bola de papel golpea mi cabeza en la parte superior izquierda, me levanto cabreada en busca del responsable y lo encuentro recargado en la puerta un chico de cabello castaño, piel pálida, aproximadamente como 1.70 de estatura, tiene unos rasgos faciales muy finos pero lo que llama mi atención son sus ojos cafes que me miran con intensidad, provocando que me ponga nerviosa y muerda mi labio, en un pequeño susurro lo escucho decir "te veo en el baño pequeña", su voz hace que me estremezca y que mi piel se erice, solo aciento con la cabeza para mi misma, el da media vuelta y se marcha, inmediatamente me levantó de mi silla y me dirijo hacia el profesor para pedirle permiso, este accede sin poner ningún pero, camino por el pasillo hacia los baños pero ¿qué rayos hago?, ni siquiera lo conozco será mejor que regrese estoy apunto de marcharme cuando una me toman la muñeca de forma brusca y me adentran en el baño de los barones, cuando me encuentro dentro me choco con la mirada chocolate del mismo chico de antes, tenerlo así de cerca me pone nerviosa su mirada es intensidad y se encuentra acompañada de una risa burlona.

—Peter, Peter Parker—sonríe

—Astrid Lopez—levanto mi mano para estrecharla con la suya pero este toma mi mano y deja un beso sobre ella haciendo que automáticamente mis mejillas toman un color carmesí

—un gusto pequeña—sonríe con superioridad

—el gusto es mio, Peter

—No, no, no pequeña de ahora en adelante tu me llamarás Daddy

—pero, ¿qué te hace pensar que yo... —pone su dedo índice sobre mis labios para que me calle, su cercanía en cierto sentido me intimida

—solo obedece pequeña, si no daddy te dará un buen castigo

—Esta bien, creo que ya me tengo que ir

—Ya te vas pequeña, pero si apenas estamos comenzando—sonrie cínicamente, mientras se dirigirse hacia mi

—Peter, por favor deja me salir—suplico empezando a entrar en pánico

—Espera, ¿qué rayos dijiste?—se acerca hacia mi eso me intimida y como si fuera una niña pequeña mis ojos se ponen llorosos—oh nena, no tengas miedo, estas a salvo con daddy

—Esta bien, por fa-favor daddy me dejarías salir del baño

—temo que no nena, acaso ¿no quíeres divertirte con daddy?

—y-yo—La puerta se abre de golpe revelando al rubio de detención entrar al baño, primero nos mira extrañado y luego intenta hablar pero sus palabras simplemente no salen

—No, no paso nada aquí—explicó—, yo me voy—respondo lo más rápido posible y salgo corriendo de aquel baño dejando a ambos chicos dentro de el, camino por el pasillo pero no encuentro el salón !rayos¡, creo que me he perdido y ¿ahora qué hago?, veo al chico rubio de detención y camino hacia el antes de que se vaya.

—e-este hola

—¿hola?

—Por favor me llevarías al salón de detención es que me he perdido y n-no encuentro el salón y...—comienzo a soltar pequeños sollozos

—hey tranquila te llevare, ¿esta bien?

—es-esta bien—respondo esperando a que el rubio me diga su nombre en respuesta y como si leyera mis pensamientos lo hace

—soy Harrison, Harrison Osterfield—sonríe mientras entrelaza nuestras manos para comenzar a caminar guiándome hacia el salón

—gracias Harrison—camino a su par, mientras lo observo de reojo pienso que es realmente lindo, sus ojos azules son hermosos y su actitud me agrada—yo soy Astrid Lopez

—un gusto Astrid—dice sonriente, en un pasillo cercano veo una cabellera castaña que me es familiar al chico de hace rato Pepe ¿no?, a no Peter, este voltea hacia nuestra dirección, automáticamente bajo mi mirada y aprieto la mano de Harrison, este al ver mi acción pasa su brazo por mis hombros aun teniendo nuestras manos entrelazadas y me susurra —tranquila, no dejaré que ese chico te toque

—gracias—susurro, seguimos caminando por unos 10 minutos más y por fin encontramos el salón, entro inmediatamente al salón para recoger mis cosas y Harrison espera en la puerta, salgo del salón sabiendo que Harrison esta esperando pero antes de ponerme la mochila, Harrison la toma y se la lleva cargando—No es necesario, y-yo puedo

—Mamá siempre me dijo que es bueno ser caballeroso y que es bueno ayudar a los demás, por favor deja me ayudarte

—Esta bien, gracias

—Es agradable hacerlo por ti, realmente vale la pena—Nuevamente entrelaza nuestras manos y nos vamos caminando por el pasillo hasta llegar a la puerta principal, Harrison aun no suelta mi mano y admito que me gusta, estamos a nada de salir de la escuela pero me freno de golpe haciendo que me volte a ver

—gracias, pero creo que ya te he quitado mucho de tu tiempo por hoy

—No hay problema, te llevare a tu casa

—No enserio muchas gracias, pero no

—Esta bien Astrid, solo vete con mucho cuidado, por favor

—Claro que lo haré, bueno adiós Harrison—me acerco a el levantandome de puntillas y le doy un beso en la mejilla haciendo que estas tomen un color al rojo vivo

—Adiós Astrid, esperó volver a verte mañana

—igualmente Harrison—le grito mientras sigo caminando para tomar el camino hacia mi casa.


Daddy ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora