Junio 21
6:20 am.
Alguien tocó a mi puerta, los sonidos de eco en la madera de la misma se escuchaban chocando contra las paredes de mi habitación, abrí los ojos despertando de lo que fue mi intento de conciliar el sueño y sentía la cara pegajosa tal vez por las lágrimas que había derramado durante la noche.
–¿Quién?–
A penas si podía hablar, en un suspiro todos los recuerdos de la noche anterior se dispararon en mi mente y como odié haber despertado entonces.
–Es hora de irnos, ya llegaron todos–
Limpié mis ojos garraspeando un poco, trague saliva para romper el nudo de mi garganta y entre cortos suspiros respondí.
–Enseguida salgo–
Miré como la sombra detrás de la puerta desaparecía, coloqué mis manos en mi rostro tratando de analizar todo pero lo único cierto en esos momentos era que mi corazón jamás había estado tan destrozado. Me levanté de la cama para mirar mi reflejo en el espejo del tocador, mi rostro estaba sucio por las lágrimas, mis labios resecos y totalmente pálida; eso no me importó del todo.
Mientras trataba de arreglarme, escuché el tono de mi celular timbrando varías veces anunciando notificaciones, prendí el mismo mirando sin fin de mensajes tratando de reconfortarme pero sólo pude apagar el teléfono y arrojarlo a la cama. "Mi niña, eres muy valiente" aquellas palabras sonaron con un eco en mi mente, me reconfortaba saber que aún recordaría su voz pasados los años, sin decir más comencé a llorar dejándome desvanecer en la orilla del tocador, nada tenía sentido y nada parecía real para mí.
–¿Anne?–
Llamaban a la puerta de nuevo, me negué a abrir ya que no quería que vieran como me destrozaba pero me fue inútil, las llaves sonaron y en un pestañeo la puerta estaba abierta.
–Anne...–
Mi prima, parte de mi familia me había mirado tendida en el suelo, se agachó para abrazarme pero no pude ser fuerte frente a ella, frente a nadie. Me recargue en su hombro empapando de lágrimas el mismo, jamás en mi vida había llorado con tanto sentimiento ni tanto dolor, sentía que había perdido una parte de mí, había perdido todo, me había perdido incluso a mí porque a partir de ese momento, nunca volvería ser como era antes.
–Bella... No puedo–
Fue lo único que pudo salir de mis labios, ella no dijo nada sólo reforzó el agarré de su abrazo y hundió su cabeza junto a la mía, yo pude escuchar como ella también lloraba y como cantaba una canción para mí.
–En el Valle de la calma ahí me vas a encontrar y cuando pierdas la calma ahí voy a estar–
Cantaba en mi oído, yo no pude comprender nada, mi cerebro repasaba todas las posibilidades de que esto fuera un sueño pero aunque quisiera, ella se había ido para siempre y lo peor de todo es que yo no pude hacer nada para evitarlo.
–Anne tenemos que apurarnos ¿De acuerdo? Yo estoy aquí para ti–
La voz de Bella sonaba diferente, un rechinido en mi oído se hizo presente y sólo asentí a lo que ella había dicho.
Me levanté del suelo mirando como Bee se marchaba, relamí mis labios mirando a ciegas el papel para limpiar mi rostro, una vez que logré hacerlo terminé de alistarme y suspiré fuerte caminando con detenimiento fuera de la casa.Tomé mi celular subiendo a la camioneta con Bee, el chico al volante me dijo algo que no escuché y me di la vuelta ignorando todo a mi alrededor; encendí mi celular mirando los mensajes que no había contestado y de repente miré el de mi padre que había mandado la noche anterior
Junio 20
6:20 pm
Tú mamá se a ido...
ESTÁS LEYENDO
El verdadero significado del "Te extraño"
NonfiksiDe alguna manera en mi vida he estado rodeada de chicas que creen que su vida se a terminado por una relación vaga. Yo desafortunadamente entendí el verdadero significado de extrañar a alguien cuando perdí a mi madre. Y sí mi existencia continua...