The founders ➵ Crónicas perdidas

CAPITULO II

<<Los mejores platos siempre están hechos con una dosis extra de amor>> H.H.

En una cabaña de troncos situada en un pequeño pueblo de Gales, un torbellino pelirrojo danzaba de aquí para allá en la cocina, preparando varios platos a la vez. Lo cierto, es que podría estar haciéndolo con magia o con ayuda de los elfos domésticos pero siempre había preferido el método muggle cuando tenía tiempo para ello.

Por su aspecto, se podría deducir que no tendría más de quince años, aunque sus ojos, de un azul eléctrico deslumbrante, rebosaban de energía y vida, como un niño que prueba un dulce por primera vez. Las pecas recorrían su cuerpo como las estrellas que surcan el cielo por las noches y sus labios rosados estaban siempre curvados en una sonrisa.

Ella era arrolladora, nunca antes había existido alguien como ella, o eso pensaba su padre mientras la veía de un lado para otro, intentando estar pendiente de todo.

—Helga, querida, solo somos doce, ¿cuánta comida has hecho? —le preguntó el señor Hufflepuff, contemplando las grandes cacerolas sobre el fuego.

—Pues... —la niña se detuvo por un momento, comprobando detenidamente lo que estaba haciendo—. Por lo visto, mucha, padre, así tendremos para mañana y también se podrán llevar los Thomas si les gusta... Además, ya sabes que a Hassel le gusta comer mucho, no creo que ella vaya a tener problema —dijo, hablando demasiado rçapido.

El señor Hufflepuff soltó una pequeña risa mientras negaba con la cabeza, adoraba a sus hijos.

Helga continuó haciendo la comida cuando dos torbellinos de color caoba entraron a la cocina, sacando también al señor Hufflepuff de sus pensamientos. Ambos niños inspeccionaron la habitación, divisando en la mesa una tarta de chocolate que su hermana había preparado. Sus ojos se iluminaron.

El padre de ambos niños les levantó en el aire antes de que pudiesen destrozar el pastel.

—Harold y Harding, ¿cuántas veces tendré que deciros que el postre va después de la cena y no antes?

—Es que tiene muy buena pinta, padre —se quejó Harding, mirando con sus ojos azules la tarta.

Hoy, la familia Thomas se reunía con los Hufflepuff para cenar, ya que esta vez tocaba la cena en su casa  y, por ese motivo había aquel desastre montado en la vivienda de los ocho miembros de la familia. 

Mientras Helga cocinaba; su madre y Harriet, una de sus dos hermanas mayores, limpiaban la casa a fondo y preparaban la mesa para cuando la familia Thomas llegara; su otra hermana mayor, Hella, junto a su padre, se encargaban de intentar controlar a los tres Hufflepuff más pequeños: los mellizos y Hassel, pero, por lo visto, la situación a su hermana se le había escapado un poco de las manos cuando su padre se marchó unos minutos, ya que los dos niños de 6 años se encontraban en la cocina intentando alcanzar el postre.

—¡Harold! ¡Hardin! —les llamó Helga, sin mirarles y sin darse cuenta de que había hablado más alto de lo habitual—. ¿Veis las dos magdalenas en la encimera? —ambos niños miraron a dónde su hermana les indicaba y asintieron con la cabeza, gesto que Helga percibió—. Son vuestros, cogedlos.

Ambos pelirrojos se deshicieron de los agarres de su padre y corrieron hacia las magdalenas para coger la más grande de las dos.

—¡Gracias! —agradecieron ambos antes de salir corriendo hacia el patio de nuevo con Hella y Hassel, seguidos por su padre.

—Como sabía que esto iba a pasar... —murmuró Helga para sí misma con una sonrisa.

(🍪🍪🍪)

Lo sientoooooo, lo siento, lo siento, lo sientoooooooo

Uno: Se que he tardado la vida en actualizar.

Dos: Sé que este capítulo es una mierda y es demasiado corto pero hay una razón para ello. Lo primero era que de Helga es de la que tengo menos información con respecto a los demás y, lo segundo, tan solo quería narrar más o menos el ambiente familiar y su caracter así por encima.

Tres: El próximo estará antes y será más larguito.

Cuatro: Lo siento de nuevo :( Lo cierto es que tengo que retocar este Cap por muchas cosas pero cuando lo haga estará mucho mejor.

Cinco: ¿Algún consejo? ¿Alguna duda? ¿Os ha gustado?

Seis: Os amuuuu, ads

Max