Soonyoung no creía demasiado en el amor, o al menos no creía en que eso existiese para él. No estaba preocupado, había tenido una pareja a sus quince años que no había durado más de tres meses al descubrir que se sentía demasiado atado en una relación. Su ex-novio no era un mal chico, al contrario, le había tratado muy bien, simplemente él no era una persona que disfrutaste de unirse de esa forma a otra.
Lo poco que Soonyoung conocía del amor era a través de alguna que otra novela romántica —las cuales solía criticar mucho por el tipo de romance que mostraban—. A pesar de no saber nada en cuanto a experiencia, tenía muy claro qué era aquello que no quería: no quería una relación donde estar con la otra persona fuese una necesidad casi obsesiva que llevase a una privación de la libertad personal. Soonyoung pensaba que una pareja debía ser un complemento de la vida, un compañero que podía o no llegar y que podía o no durar, no una necesidad que se busca y se trata de retener desesperadamente a pesar de que las cosas evidentemente no funcionasen. Sin embargo, cuando miraba a su alrededor, sólo veía que el mundo parecía opinar de forma completamente distinta, mostrándole distintos tipos de relaciones tóxicas desde la televisión hasta su propio entorno. A raíz de ello, Soonyoung había llegado a la conclusión de que, si aquellas eran las formas más comunes de amor que alguien podía brindarle y no el que él preferiría, simplemente no quería arriesgarse entrando en ese juego de azar.
Cuando su madre preguntaba por su vida sentimental, Soonyoung respondía que su vida académica ya era lo bastante ajetreada como para sumarle algo más. Alegaba que no tenía tiempo para prestar atención a esas cosas, lo cual en parte era cierto, pero en realidad era tan simple como que esas cosas le traían sin cuidado. Nunca le importó demasiado encontrar una pareja.
Aquella mañana el cielo se veía particularmente gris, amenazando con soltar una gran cantidad de agua de forma inminente sobre la ciudad. Lejos de molestarle, Soonyoung estaba encantado. Después de su ducha matutina, revisó el pronóstico del tiempo en su teléfono para comprobar si efectivamente llovería. El aparato decía que sí, de modo que la mejor opción era hacerle caso. Vistió ropa oscura y abrigada, de esa no demasiado a la moda pero sí extremadamente cómoda, perfecta para un día como aquel, y se calzó sus botas de agua. Algunos de sus amigos decían que parecía un infante cuando usaba aquellas botas; infante o no, mantenían sus pies secos y a salvo de los charcos, que era lo más importante en esas fechas.
Desayunó deprisa, lavó sus dientes, tomó su mochila que había alistado ya con todo lo necesario la noche anterior, y se aseguró de llevar consigo sus llaves y su dinero. Iba revisando de manera despreocupada su teléfono mientras salía de su casa en dirección a la parada del bus que debía tomar para llegar al campus, cuando una repentina notificación apareció en la pantalla, brillando como pretendiendo darle de esa forma los buenos días:
"xuminghao_o ha empezado a seguirte".
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perfect » soonhao
Romance"Soonyoung no cree demasiado en el amor, o al menos no cree en que eso exista para él. Su única relación a los quince le parece prueba suficiente de que no está hecho para unirse a alguien de esa forma. Sin embargo, la vida tiene otros planes para é...