Dorotea, La Asesina

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Esta era Dorotea, una anciana de 85 años que vivía en una comunidad millonaria al oriente de Venezuela, fue la primera persona en construir una humilde morada en esa zona y la verdad es que su casita era muy pobre. Dorotea salía a diario a caminar por las calles de las hermosas mansiones cerca de su casa y la gente rica cuando la veía, le escupían, la correteaban y la maldecían. Una noche, siendo 24 de diciembre, Dorotea se dispone a salir en busca de comida y al pasar por una calle había una mansión con una fiesta muy grande donde toda la comunidad había sido invitada (menos ella). Al llegar al lugar, ella entra al jardín y se acercó a una enorme mesa llena de comida y frutas de toda clase, ella dice a un hombre que estaba alli: _señor, necesito alimento para poder cenar en esta noche buena. El hombre la miró de pies a cabeza y le dijo: - vete de aqui loca, desgraciada, tu no eres bienvenida a esta fiesta.

La anciana se fue muy triste y llegó a su casa llorando, mató 3 ratas con un veneno q tenía, las lavó muy bien y cenó.

El día 25 de diciembre, Dorotea vuelve a salir y nuevamente entró a la misma mansión, pero esta vez la gente estaba dentro de la casa, el jandín estaba solo y ella aprovecho a acercarse a la mesa de la comida, tomó una bandeja con un pavo horneado y una mujer la miró por la ventana y dijo: - una ladrona, agarrenla que se lleva el pavo. Salieron los ricos corriendo detras de la anciana y ella sin mediar palabras corrió lo mas duro que pudo hasta llegar a su casa. Ese día Dorotea cenó solo la mitad del pavo, pues la otra mitad se le había caido.

Un buen día, 31 de diciembre ya a las 11:55pm, la pobre viejita ya cansada de tanto maltrato decide ir valientemente a la mansión donde estaban todos los ricos de la comunidad esperando celebrar el fin de año, nuevamente metidos todos dentro de la casa, Dorotea decide agregarle veneno a toda la comida incluyendo los vasos de las bebidas. Al verla varias personas dicen: - alli está otra vez la desgraciada vieja, agarremos unos palos y vamos a darle una paliza. La viejita corrió muy duro hasta llegar afuera y alli se detuvo, se quedó mirando de lejos como los ricos disfrutaban de la rica comida envenenada, como se ahogaban y caían uno por uno al suelo. ella se deleitaba viendolos muertos.

Al día siguiente no aguantaba la culpa y tomó un hacha, la pusó con el filo para arriba y se lanzó sobre ella. La pobre anciana murió.

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