2. TU NOMBRE

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Quería prestar atención pero ese chico de la motocicleta no dejaba de verla. Pero ella tampoco se resistía. Notó que el color negro de su camiseta acentuaba su piel clara, sus brazos algo flacos pero con músculos. Inmediatamente notó su cabello claro y desordenado que se veía muy suave. La forma de su rostro, ovalado con una nariz pequeña, ojos razgados pequeños y sus labios de tamaño medio. Era lindo.

Era demasiado lindo.

"interés en el chico nuevo?" la voz de chungha la despertó.

"no" dijo sin dudarlo, aunque quería observarlo más. Tenía algo en el que le interesaba, más bien algo que le impedía concentrarse. La manera en que su mano caía descuidada pero delicada sobre su mesa, sus piernas relajadas y su mano larga con sus dedos flacos sosteniendo un lado de su cabeza. Todo ese conjunto, más lo bello de su rostro le llamaban la atención.

La sorpresa de baekhyun al encontrarse con ella en la misma clase fue muy placentera. El sabe que el amor a primera vista no existe, pero si el deseo y atracción. Era muy difícil sacar sus ojos de su bello rostro, pero lo hacía porque no quería parecer un desesperado. También se había dado cuenta de que ella le miraba, pero no con encanto, sino casi con reproche. Parecía enojada todo el tiempo.

Que amargada, pensó.

Porque le atrae una chica desaliñada, enojona e irrespetuosa? Bueno, era bonita. Pero esa actitud arruina todo. Decidió que le importaba una mierda su apariencia física y que le hablaría como si fuera una persona cualquiera, porque eso era lo que era. Nada más que una persona. Aún no sabe su nombre, pero no lo necesitaba. Ya le tenía un apodo.

Amargada. Simple, tal como ella.

El timbre le sobresaltó y se enderezó de golpe. Seguido kai le golpeó la parte de atrás de la cabeza.

"no eres sutil" kai rió burlón. "aún no ganas la apuesta" le subió las cejas y algo se prendió en baekhyun. Le golpeó de vuelta fastidiado.

"pues ya lo obtendré" escupió.

"no, ya perdiste. Ahora tienes que pagar por ello" kai dijo mientras caminaban fuera de la sala.

"que quieres?"

"ya lo sabrás. Cuando se me ocurra algo te aviso" kai dijo tratando de maquinar en su mente algún plan.

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Mientras tanto ella conversaba con chungha de cosas sin importancia. Chungha no era una amiga muy importante en su vida, solo era una conocida. Una conocida que estimaba, pero no interesaba. La razón de esto es que ella no se acercaba mucho a la gente, como ellos no se acercaban mucho a ella.

"que hiciste anoche?" preguntó curiosa. Aunque sabía que a su amiga no le gustaban las preguntas, le interesaba. Cada vez la veía peor. Con las ojeras más prominentes, con la cara más flaca, más cansada y menos chistosa. Cuando la conoció por primera vez tenía un humor contagioso, reía y nunca era sería. Con el tiempo se volvió todo lo contrario, cada vez sonríe menos. Estaba más que preocupada.

"nada. Solo la tarea" ojalá hubiera sido solo eso. Ojalá su papá no hubiera llegado a abusar de ella y luego golpearla hasta no poder levantarse, mientras ella completamente desnuda....... Lloraba. Pero no podía ser diferente, por más que lo quisiera. Muchas veces a pensado en marcharse, en dejar a su papá solo pero algo se lo impide. Mientras pensaba y repetía en su mente todo lo de anoche unas lágrimas amenazaban salir. Se levantó y le dijo a chungha que iría a la azotea.

Subió corriendo las escaleras hasta el último piso. Su corazón latía cada vez más rápido, las lágrimas casi caían de sus ojos y sus pensamientos de lo ocurrido anoche nadaban en su mente. Respiraba pesado y cada vez, cada paso, cada segundo que pasaba le costaba más. Cada milisegundo que pasaba le dolía más el pecho.

Abrió la puerta de la azotea con fuerza y cayó al piso de rodillas. Sentía como si hubiera estado ahogada por 10 minutos y recién había salido a la superficie. Respiro bocanadas grandes tratando de calmar su respiración y pensó en las suaves manos de su madre acariciando su cabeza. El ritmo de su corazón se tranquilizaba lentamente y ella mantenía la cabeza agachada. Cuando supo que no lloraría, se levantó.

Se apoyó en la baranda y miró hacia la ciudad. Desde lo alto todo se veía tan pequeño. Después de toda su vida sentirse pequeña, insignificante y ultrajada, era lindo sentirse más grande. Más grade que los edificios, más grande que todas las personas de la ciudad, más grande que las personas más poderosas y más grande que un rascacielo.

Pero nunca será más grande que él. Nunca más grande que su estúpido papá. Nunca será más grande que el abuso, que el olor a alcohol, que los moretones en su piel y su corazón. Nunca será más grande que el mal que existe en el mundo.

Desvió su vista hacia una pequeña flor morada. Pero lo raro es que estaba rodeada de cemento, nada de verde. La naturaleza tiene unas raras formas de demostrar cosas a la gente que la observa. Pero ella solo veía lo simple, era linda la flor, ella la quería. Se estiró, pero no fue suficiente para alcanzarla. Seguido y sin pensar mucho, subió un poco más y se estiró más. A este punto estaba en un ángulo de 90 grados. Sus piernas estiradas completamente en la baranda y de la cadera hacia arriba, estaba doblada. Si tan solo un pie se sale ella caería.

Estiró lo más que pudo sus dedos hacia la bendita flor y justo cuando resolvió que no valía la pena, uno de sus pies se salió de la baranda. Rápidamente sintió unas manos en su cintura sostenerla firmemente. Estas manos la atrajeron y chocó con un cuerpo.

Ella tenía sus manos en su pecho y el misterioso humano mantenía las manos en su cintura, sin moverse ningún centímetro. Ella miraba la ciudad y el la miraba a ella. Se quedaron así unos segundos, ella aún en shock. Finalmente decidió en girar su cabeza para ver el rostro, pero no se separó.

Era baekhyun.

Ella no se movió ni un milímetro. Solamente su papá la toma de la cintura y no de forma linda y delicada. Más bien de forma repugnante y dura. Se sentía raro que alguien más la tocará, casi como si quisiera cuidar de ella. Estaba agradecida, pero no lo iba a decir.

Baekhyun miraba sus preciosos ojos, que por primera vez no se veían fastidiados, se veían sorprendidos. Era un rostro nuevo para el, le quedaba bien. La proximidad de sus cuerpos le ponía nervioso, pero le gustaba. Su cuerpo era tan frágil, tan pequeño e indefenso. Pero su actitud era todo lo contrario...... Le encantaba.

No dijeron nada, pero ella sacó las manos de baekhyun de su cintura y bajó su cabeza algo avergonzada pero aún seria.

"que querías alcanzar ahí?" baekhyun ladeo su cabeza a un lado, viéndose muy tierno para los ojos de la chica.

Ella no respondió, hizo una reverencia y salió de la azotea.

Baekhyun frunció el ceño y miró hacia dónde la había visto tratar de alcanzar algo. Observó la flor con curiosidad y estiró sus dedos para tocarla. Una sonrisa salió de sus labios al pensar en lo tierna que podía llegar a ser. Porque no se mostraba así con el resto? Porque no sólo sonreía? Tenía muchas preguntas sobre ella, pero no había manera de responderlas.

Arrancó la flor y se prometió entregarsela cuando le de el coraje. Después de todo, que será lo peor que va a pasar? Que no le hable?








LA APUESTA // Baekhyun // Donde viven las historias. Descúbrelo ahora