Sensaciones- aristemo - +18 T1 y T2

Imaginemos

Narra temo:

Oí murmullos, yacía acostado, aún con los ojos cerrados, poco a poco, los murmullos se hacían entendibles y yo despertaba de aquel sueño, para ver a mi maravillosa realidad

Ari- buenos días, dormilón--sentí un besó en la mejillas, mis ojos se abrieron sin prisa, la luz de la mañana me caló, pero al ver su rostro.. Dios, su rostro, ese que amo tanto, todo valía la pena, sonreí y sin razón aparente, eso era lo que él me provocaba

Temo- muy buenos, diría yo- su cara estaba tan cerca de la mía, aquella cama era enorme, pero siempre nos aferrabamos a estar lo más juntos posible, le acaricie la mejilla y miré su rostro perfecto, sus chinos rebeldes que se esparcian por su frente, sus largas pestañas y podría decir más cosas perfectas de él, pero el tiempo y la vida no alcanzarían

Ari- ¿listo para nuestro último día en este hermoso bosque?- yo asentí sonriendo, me encantaba la idea de pasar otro día a su lado, sin interrupciones--me has estado mirando desde que despertaste, me vas a gastar, tahi, ¿acaso quieres algo?- sonrió y yo  solo podía enamorarme más de aquel ser perfecto

Temo- sí, ¿me darías un beso?- sentí mis mejillas calientes, recordé cuando apenas dábamos nuestros primeros besos y ari siempre me preguntaba antes de darmelos, vi como sonrió, diferente, sabía que él también lo recordó

Ari- sabes, me encanta cuando te sonrojas, siempre te me has hecho adorable--eso solo hizo mi sonrojo aumentar, agarró cada una de mis mejillas y sus labios se acercaron a los míos, todo se sentía nuevo, mi corazón se aceleró al tocar sus labios, comenzando un dulce beso, tan dulce como todos los anteriores, pero cada uno tenía ese algo que lo hacia único

Temo- podrían pasar mil años y yo me seguiría sonrojando por tus palabras y cariños--suspiramos, lo abracé, escondiendo mi cara en su cuello, regalando un pequeño beso a este

Ari- ¿que quiere desayunar mi príncipe?- sonreí al escuchar aquel apodo y sentir un beso en mi cabeza, yo me incorporé, sentandome en la cama, frente a él

Temo- ¿sabes? Traigo mucho antojo de fresas con crema, pero combinado con sandia- vi a ari y tenía cara de desconcertado--¿es raro?- la verdad es que no lo culpaba, hasta a mi se me hizo raro

Ari- no, no..bueno sí, un poco, no es como que muy común, pero tus deseos son ordenes, chiquito--yo sonreí y lo volví a besar, para después salir de la cama y solo ponerme la camisa más grande que encontrara, sentí su mirada comerme y eso solo me hacía querer provocarlo más

Temo- ahora quien me gasta, eres tú, amor- tiré intencionalmente una de mis pulseras e hice en gesto de levantarla sensualmente, al agacharme, su vista viajó a mi trasero poco descubierto y vi como apretó sus puños

Ari- bonito, no me hagas perder la cordura, porque te irá mal- yo reí y lo miré con una falsa inocencia, él solo gruñó

Temo- esta bien, ni aguantas nada--salí del cuarto sin parar de reír por la cara que había puesto, sentí, de pronto, sus manos abrazarme la espalda fuertemente, pegandome a la pared más cercana

Ari- eres muy malo conmigo, esa camisa que traes solo me provoca--besó mi cuello, pude sentir como quería hacer fricción con mi trasero y yo solo quería evitar sacar un jadeo

Temo- tengo hambre, tahi- buscaba excusas, pero en realidad, creo que mi oración la puede mal interpretar

Ari- yo te voy a dar de comer--sentí sus manos recorrer mis muslos, para querer alzar la camisa, su tacto me hacía estremecer, pero no quería ceder, en realidad quería comer, si seguíamos así, nos íbamos a morir de hambre

Temo- ari, en verdad tengo hambre, de comida-- suspiró y oí un puchero, aunque seguía manoseandome

Ari- yo quiero hacerlo, solo media hora, andale- sus manos se adentraron a la camisa, tocando mi piel desnuda