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02| Color de cabello

-¡Ho por Kami! -grito eufórica la fémina observando como Gohan gruñía sacando chispas y viento algo fuerte a su alrededor, las pequeñas piedras del suelo se elevaron y sus ojos pasaron de negro a azul.

Dejó de gruñir y las pequeñas piedras se cayeron mientras se ponía recto viendo fijamente a su acompañante con ojos serios, pero tal parece que no la intimidaban o le provocaban algo de respeto, al contrario, le emocionaba más. Su aura dorada del súper saiyajin desapareció dejando intacta su trasformación.

-¡Arroz! -corrió frente del saiyajin viéndolo emocionada- ¡Esto es increíble! ¡¿Por qué no me dijistes antes que podías hacer esto?!

-Ha pues, bueno -se rasco la nuca nervioso el rubio-, pensé que se te parecería raro por como cambio de color de cabello...

Murmuro bajando la mirada con una mueca en los labios, sintiéndose inferior y excluido por no ser humano.

-¿De qué hablas? -cuestionó confundida para luego dándole un codazo amigable- ¿Si te acuerdas qué te había dicho, que me encantan las personas raras y lo no, normal?

-Si lo recuerdo, pero... -titubeó cohibido y confundido.

-Y por si no te has dado cuenta, Gohan -se cruzo de brazos viendolo sonriente-, con las personas con quienes me junto no son normales, y me refiero a que ellos están locos y por que son ellos mismos, y tú -lo señalo con la barbilla ligeramente alzada junto a una ceja-, me encantas.

Se ruborizo el chico alzándos sus comisuras un poco, negando con la cabeza sintiéndose más aliviado y feliz que antes, sabia que podía contar con ella en todo, incluso en sus inseguridades. Se acerco a la pelinegra abrazándola, logrando que ella diera un respingo en su lugar de la sorpresa. pero a los minutos le regreso el abrazo.

-Gracias -murmuro contra su cabellera, apretándola más contra él.

-¿Por qué me agradeces? -preguntó extrañada mientras cerraba sus ojos.

-Por existir -abrió sus ojos mientras se separaba de él ligeramente para verlo a su cara. Sonrió el azabache pasando sus dedos por su cabello corto de ella-. Y por dejarme ser parte de tu vida.

Río ente dientes la chica pasando sus dedos también por su cabellera rubia. Lo admitía, ya quería tocar su cabello.

-Gracias a tí por llegar a mi vida, baboso -sonrió burlona ocasionando que el ojiazul le plantara un casto beso en la frente.