Capítulo 7.

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Cuando Min Ho tenía cerca diez meses de nacido, su mamá había quedado otra vez embarazada, en realidad había sido bastante pronto, pero hasta que el bebé nació, él había sido un niño consentido por sus padres, y con la llegada del nuevo integrante de la familia no estaba muy feliz porque le había robado la atención, sin embargo no había mucho que él pudiera hacer.

Min Ho había intentado mantenerse lo más alejado de aquel niño llorón, disfrutando de los momentos en que sus padres le daban su atención a él, pero no podía evitar que su hermano pareciera necesitarla más, y cuando el pequeño comenzó a gatear y a seguirlo, él había lanzado algún juguete, e incluso zapatos en su dirección intentando alejarlo, siempre recibiendo regaños de sus padres que le recordaban que al ser más grande debía de cuidar del niño, y que no lastimarlo.

Con el pasar de los años Min Ho lo había entendido, porque tener un hermano no era tan malo, sí, tenía que compartir a sus padres y su amor con él, pero también podían jugar juntos, y a excepción de cuando Taemin lloraba porque se caía, o se golpeaba mientras jugaban, era agradable.

Pero Min Ho entendió que tenía que proteger a su hermano en el primer día del kínder de éste, cuando se había aferrado a los barrotes del portón de la escuela, porque no quería que sus padres lo dejaran, y sus ojos se habían llenado de lágrimas y rompió en llanto cuando la maestra lo llevó a su salón, y él había tenido que ver todo eso sin saber qué hacer.

Después tuvo que ver en el receso como niños más grandes intentaban intimidar a Taemin para quitarle sus juguetes, valiendo de su estatura mucho más grande que el niño que incluso parecía ser el más pequeño del salón, y Min Ho no iba a permitirlo, y esa había sido su primera pelea de escuela, en la que al menos parecía que los niños entendieron que no debían de molestarlos.

A la edad de seis años Min Ho aprendió a proteger a su hermano de los demás niños, no sólo en la escuela, sino en el parque cuando alguien más grande quería quitarlo de los columpios o robarle los juguetes, y Taemin sabía que con él estaría seguro, pero no fue sino hasta que cumplió los ocho años que entendió y se volvió más protector con él, cuando su mamá había decidido empezar a trabajar y dejarlos solos en casa, bajo la responsabilidad de calentar su comida en el microondas porque de esa manera no se quemarían al intentar encender la cocina.

A los ocho años Min Ho tomaba la mano de Taemin, de siete años, y caminaba con él a la escuela, al parque o a cualquier lugar que necesitaran ir, escuchando a veces a niños burlarse de ellos porque para ellos era tan extraño, pero para los hermanos era tan norma, viendo a sus padres en la mañana antes de ir a clases, y en la noche, luego de que estos salieran de su trabajo, y a veces se dormían tan temprano que ni siquiera los veían en la noche,

Min Ho se había convertido en el héroe de Taemin cuando tenía miedo durante las noches, y compartir la cama que era algo tan común, y aunque pelearan como cualquier hermano lo haría, se pedirían perdón incluso antes de que el día terminara, y de esa manera habían crecido, siempre estando el uno para el otro, porque cuando Taemin había querido entrar al club de pintura en la escuela, fue Min Ho quien lo esperó hasta que las clases terminaran, y en el instituto fue viceversa.

Era algo común ver a Taemin sentado en las gradas siempre animando a su hermano cuando incluso ni siquiera él estaba en el instituto, y cada vez parecían volverse más cercanos mientras crecían, abrazándose por los pasillos del instituto.

No fue sino hasta que Min Ho cumplió catorce años que las cosas empezaron a sentirse un poco diferentes, cuando él se molestaba porque alguno de sus compañero o compañeras hubiera hecho algún comentario sobre que su hermano era bonito, y Min Ho primero pensó que sólo se trataban celos de hermano, lo cual parecía normal, lo que no le pareció así cuando fue él quien empezó a notar la belleza de Taemin.

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