Capítulo 8.

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Taemin apoyó su cabeza en el hombro de Min Ho, sintiendo como el dedo pulgar de su hermano se movía sobre el dorso su mano, en una suave caricia como si quisiera tranquilizarlo, y no podía decir que era algo que estaba funcionando, ya que en lo único que podía pensar era en qué iban a hacer cuando subieran al autobús y se alejaran de ese pueblo, ¿a dónde iban a ir?

No sabía si la noche estaba demasiado fría o era sólo él teniendo esa sensación de que el ambiente parecía más helado de lo habitual, y aunque estaba seguro que Min Ho iba a protegerlo, ya que ni siquiera lo había dejado caminar de casa hasta el terminal, y entendía que esa había sido su manera de que nada le pasara en ese momento al bebé.

El primer autobús no saldría sino hasta dentro de una hora, y Taemin a cada minuto que pasaba se sentía más nervioso, abrazándose al brazo de Min Ho y giró un poco su rostro para esconderlo en el cuello de su hermano, de quién sintió que colocó su otra mano sobre la suya continuando con las suaves caricias.

Se permitió cerrar los ojos un momento, intentando convencerse a sí mismo que todo estaría bien, sintiendo como Min Ho se tensaba y su mano fue apretada, para cuando volvió a abrir los ojos Min Ho estaba maldiciendo e intentando tomar la mochila que estaba a un lado de ellos, pero Taemin no entendió nada sino hasta que su hermano se levantó de la banca en la que esperaban, siendo halado con algo de fuerza para estar de pie.

Sus ojos se enfocaron en la pareja que caminaba hacia ellos, quienes se veían muy molestos, mientras Min Ho buscaba un lugar en el que pudieran esconderse a pesar de que era bastante tarde, y no había a dónde ir, porque el terminar tenía varias boleterías que por la hora estaban cerradas, la única abierta atendía desde la ventanilla, y las bancas en las que esperaban se encontraban delante a las ventanillas, los buses aparcaban al frente, el lugar no era enorme y el único lugar para esconderse y bastante predecible, eran los baños.

No habían llegado hace más de diez minutos, Min Ho había comprado sus boletos y ahora sólo tenían que esperar al autobús, aunque parecía que ya no iban a subir en él, lo sabía en el momento que vio a sus padres y lo confirmó cuando estos se detuvieron frente a ellos.

—Min Ho...

La voz de Taemin fue aguda y casi estaba escondido detrás de su hermano en el momento que tuvieron los dos pares de ojos sobre ellos, dejando saber su enojo.

—Nos vamos a casa ahora —dijo su papá.

—No —la voz de Min Ho fue firme.

—Min Ho, por favor —su madre lo miró molesta mientras habló —no empieces...

—No vamos a volver a casa...

Realmente sus padres no parecían dispuestos a escucharlo, Taemin se dio cuenta de eso cuando su madre tomó su mano y lo haló hacia la salida del terminal, sin darle más opción que seguirla, y cuando Min Ho intentó intervenir su padre murmurado una advertencia para que se detuviera y aquello no terminara en un escándalo, porque no importaba lo que su hermano pretendiera hacer, no regresar a casa no era una opción.

Su padre había caminado un paso detrás de ellos como si estuviera vigilándolos, y fue de la misma manera cuando fueron obligados a subir al auto, porque al parecer no habían sido tan silenciosos como creyeron que lo fueron al irse de casa, y sus padres lo notaron, y ahora estaban siendo obligados a regresar, envueltos por un silencio sepulcral y que advertía que nada estaría bien después de lo que hicieron.

Cuando llegaron a la casa, su padre aparcó el auto y esperó a que ellos bajaran, siguiéndolos de cerca como si esperara que empezaran a correr en cualquier momento, y a pesar de eso Min Ho se mantuvo cerca de Taemin, sintiendo como éste parecía estar temblando en el momento que estuvieron en la sala de estar y la voz de su papá les había hecho detenerse en la sala de estar.

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