Ana

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No fue un amor eterno y mucho menos tierno,

Pero fue amor, y fue creciendo.

Como el número de zapatos en la entrada y los toldillos en el techo.

Vinieron tiempos difíciles y las persecuciones por los hechos,

Los golpes los insultos, el maltrato y el incesto.

No creías en ella y ella desconfiaba de ti.

Los besos se acabaron, los dientes y las bocas se callaron.

Y te fuiste.

Volvió el perdón pero no vino de tu talla.

Corriste por otras mesas y cenaste en otras calles.

Te esperaron en una iglesia,

Volviste y ellos aseguraban que no era tarde,

Porque nunca es tarde, 

Estas y estarás en el momento preciso, 

Porque si no es de tu talla, camina descalzo,

Pero nunca detengas tu paso.

LuisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora