A de Ana

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Repitiendo que lo sentía, saltaba de tapia en tapia  y de pecho en pecho.

Corriendo sobre andenes y corazones estrechos.

¿Qué sabias del dolor?  Sólo el que habías hecho.

No podías comprender como se sentía, tú lo tenías resuelto.

Bajaste de las casas y volaste hacia el oeste, 

Viniste desde marte y terminaste en el infierno.

Que más pedias que hiciera cuando estaba todo dicho.

LuisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora