Repitiendo que lo sentía, saltaba de tapia en tapia y de pecho en pecho.
Corriendo sobre andenes y corazones estrechos.
¿Qué sabias del dolor? Sólo el que habías hecho.
No podías comprender como se sentía, tú lo tenías resuelto.
Bajaste de las casas y volaste hacia el oeste,
Viniste desde marte y terminaste en el infierno.
Que más pedias que hiciera cuando estaba todo dicho.
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Luis
RandomTengo cinco formas de pedirte que te quedes, pero tienes diez razones para irte.