DOS.

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—Realmente estaba emocionado por él, pero muy adolorido —soltó un suspiro—. Desde hace casi seis años que Joel me presentó con toda la familia, y los amigos son de ambos, así que ni hablar, ustedes saben que soy directo con mis sentimientos.
Sabía que si aceptaba ser su padrino, cuando tuviera que acercarme a no sé qué del simbolismo iba a llorar. ¿Por qué? Joel es mi bebé, siempre lo he querido mucho, y no es que mi caso sea el de "es como mi hermano", claro que no, simplemente es mi mejor amigo y desde siempre tuve la intención de protegerlo del mundo entero, fuera bueno o malo, y a pesar de que me sentí halagado por estar entre las opciones de Joel, me sentía triste porque ya no iba a ser yo quien lo protegiera, quien estuviera en todo momento con él, quien adoptara un perro a su lado y dijera que era el hijo, no iba a ser yo quien se acercara en sus noches de insomnio y lo cuidara cuando estuviese enfermo. Ya no iba... Ya no voy a ser el primero en todo, porque los amigos no son los primeros cuando existe un amor en tu vida. Por suerte, y lo digo ahora Joel, admito que tuve mi gran pretexto, aunque fuera cierto lo que dije, para escapar de esa vergüenza de llorar frente a todos en la iglesia.

•••

—¿De verdad no lo vas a hacer? —preguntó Joel con una mano en el pecho, ofendiéndose como siempre.

Era su naturaleza, nadie lo podía rechazar.
Zabdiel lo miró un momento, con ojos de disculpa.

—Te estoy pidiendo algo que jamás le diría a alguien más —se quejó—, eres tú a quién yo elegí desde que soñé con casarme.

—Sí, pero antes no era como padrino, entonces ahora no cuenta.

Joel negó.

—Tú siempre estás diciendo esa clase de cosas.

—Pronto no volveré a hacer mis estúpidos comentarios, lo prometo.

Claro que sí los haría, pero él ya no iba a ser testigo de ello, porque la lejanía pronto iba a llegar.

—Hey, de verdad quiero que todo esto esté bien, tú eres mi mejor amigo, al que más quiero, por eso te pido esto, porque es algo tan importante para mí como lo eres tú.

—Joel —cerró su computadora dejándola sobre la cama, se levantó y tomó las manos de Joel mirando sus ojos—, créeme que lo que yo más quiero es que seas feliz, y su por mí fuera sería padrino tuyo, de tus hijos, de tus nietos y hasta de tus mascotas. Pero lamento decirte que no sé si voy a estar ese día ahí, contigo, y si no estoy te pido perdón, pero justo ese día voy a viajar.

—¿Qué? No, ¿a dónde?

—Siento tanto todo, porque me siento tan egoísta ahora mismo porque talvez no podré compartir tu felicidad ese día, y todo porque yo también tengo algo importante.

El moreno suspiró, talvez él era el egoísta. Siempre quería tenerlo cerca, para que festejara todos sus triunfos, pero cuando Zabdiel hacía algo bueno, él siempre estaba ocupado con Eber. Y a pesar de todo, Zabdiel nunca dijo nada, ni se quejó.

—¿Y qué es?

—Bellice me contratará, estoy seguro. Me dijeron que me presente para hacer una prueba de algunas horas, habrá un descanso mientras las fotos son reveladas y luego volveré, entonces no lo sé, no sé si pueda ir...

Suspiró frustrado Joel.

—Bueno, es algo que siempre has querido y yo no doy nadie para hacerte perder la oportunidad de cumplir tu sueño.

—Gracias Joel, te prometo que en cuanto tenga un tiempo vendré...

—Te estaré esperando con el traje, para que me veas —diji divertido—. Si llegas dos semanas después, algo huele extraño y me ves con el traje, no soy yo...

Ambos rieron.

—Por supuesto que no...

•••

—Y claro, no fue mentira —informó mirando el rostro de Joel—. Es sólo que admito, agradezco que hayan escogido justo este día para hacerme viajar hasta allá, porque por eso pude librarme de mi vergüenza. Pero eso sí, que bueno que llegué a tiempo para verte aún peinándote para salir.
No sabes cuánto voy a extrañar ayudarte a acomodar tu cabello cuando tú no puedes, pero supongo, aunque obviamente no será lo mismo, que en la agencia habrá quienes me necesiten.

Cuando te amé || Jobdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora