—Na' mentira, yo jamás te ví hacer algo vergonzoso, de hecho creo que es parte de tí, que hasta lo peor que hagas, parece normal. Pero bueno... Unos meses después de conocer a Eber, yo notaba súper extraño a Joel —sonrió leve, pero realmente eso era algo que odiaba—, ahora sé que desde el principio todo era amor.
Tuvimos algunas diferencias porque se estaba alejando bastante de mí, y cuando por fin supe lo que pasaba lo único que quedó fue resignarme a que mi amigo se había enamorado... ¿Si han escuchado esa canción que cantan en El rey león, cuando Simba empieza a estar con Nala? En aquellos tiempos, cuando todo empezó, lo molestaba junto a otro amigo, cantando eso; Ya se siente cerca, el trío terminó —cantó—. Si se enamoran ¿Qué remedio habrá? Serémos sólo dos. No sé han dado cuenta, que pronto han de caer bajo una atmósfera romántica, desastre puedo ver...
—comenzó a reír viendo el gesto de incomodidad del moreno, era verdad, aquél chico siempre estaba ahí con ellos—. Pero no, definitivamente esto no ha sido un desastre en ningún momento.
Descubrí de la forma más extraña que mantenían una relación. Un día que iba por él en su cumpleaños, para darle una sorpresa, me metí a la facultad y caminé hasta el campo donde entrenaban los deportistas, yo jamás pensé que Eber estaba en uno de los equipos, hasta ese día.
Apenas me había sentado en las gradas, cuando ví al otro lado, a Joel sentado en las piernas de Eber, dándose amor... Le reclamé el que no me hubiese contado, pero como lo había arrancado de los brazos de su novio, pues al siguiente día volví para pedirle disculpas —negó sonriendo—. Fue tan divertido.
Le pregunté a Joel, por qué lo había escogido y me respondió; “...Porque es la persona con la que toda mi vida he soñado, él está a la altura junto con todos y cada uno de sus defectos y virtudes, y porque es el amor que creo merecer...”. Tenías razón Joel, encajan muy bien.•••
—¿Por qué mierda me haces esto, Joel? —preguntó a punto del llanto.
Su corazón dolía, demasiado, verlo con alguien más era un completo destrozo para él.
—Zab, deja que te explique que...
—¡¿Que no es lo que creo?! —gritó interrumpiéndolo— ¿Eso me vas a explicar?
La mirada del rizado bajó un poco y negó con la cabeza.
—No, yo sólo quiero decirte que...
—¿Fue un error, acaso, que te hayas besado con ese que "admiras"?
Volvió a mirarlo a los ojos, bastante molesto.
—¿Me vas a dejar terminar? —preguntó elevando una ceja— ¡Me caga que me interrumpas!
Su llanto aumentó y con las mangas de su sudadera intentó secar sus lágrimas rápidamente, hasta que se sintió satisfecho, volviendo a conectar su mirada con la de Joel.
—Es que Joel, no lo entiendo —comentó entre sollozos—. ¿Acaso te fallé? ¿Hice algo mal? ¿No soy suficiente para ti? —limpió más lágrimas y siguió— Si es así dime e intentaré mejorar, quiero ser lo mejor para tí, y si te hice daño también, lo cambiaré pero... No me dejes. ¿Fuí un idiota contigo?
Ni siquiera cuando le estaba rogando, llorando fuertemente por el daño que le hacía, se preocupó por él.
Sólo se importaba él mismo y sus sentimientos.
—No Zabdiel, simplemente que él es tan diferente a tí y siendo sincero, cumple con los requisitos para enamorarme...
—¿Por qué lo escogiste a él? Si yo realmente te he amado desde que te conocí —habló cabizbajo, resignado a que no sería suyo.
Sorbió su nariz y Joel lo miró serio.
¿Esperaba que dijera algo que no le doliera?
Dicen que la esperanza es lo último que muere.Y lo confirmaba ahí, pues aún con la mirada fría, él seguía esperando escuchar algo bueno de los labios de Joel.
—Porque es la persona con la que toda mi vida he soñado, él está a la altura junto con todos y cada uno de sus defectos y virtudes, y porque es el amor que creo merecer...
Concluyó y miró la mirada gacha del otro, su aún novio.
—Creí que te hacía feliz —su voz fue casi inaudible, Joel quiso pedir que no se humillara pero Zabdiel negó y retomó la palabra—, lo siento.
Fue lo único, pero Joel a pesar de sentirse mal, aún estaba en el punto donde nadie podía sentirse más víctima que él.
—¡Deja de llorar, imbécil! —Zabdiel, sorprendido por su ofensa real, levantó el rostro— No haces más que dar lástima, pero nadie aquí te va a compadecer.
—Yo no quiero eso Joel —lloró—, simplemente que mi llanto es natural del dolor, de haber perdido a quien amo.
—Tu llanto debería ser por la felicidad que te causa que haya encontrado a alguien digno de mi persona —alegó molesto y soltó un suspiro, antes de quebrar un poco más a Zabdiel—, no cualquier idiota como tú.
Zabdiel paró de llorar y luego de mirar largos segundos los ojos mieles de Joel, sonrió de alguna forma y besó su frente.
—Está bien —se giró para tomar su chaqueta—, lo intentaré.
Y al día siguiente se disculpó con el chico, Eber, porque no tenía la culpa de lo que pasaba o sentía.
Cómo era de esperarse, las cosas de ambos terminaron.
Luego de aquello, no tuvieron más un romance.
No se dieron más un beso, no se dieron otra última caricia.
Pero a pesar de todo Zabdiel se quedó cerca para cuidar de Joel, y aún así, siempre lo desaprovechó, y Zabdiel siempre se quedó con las ganas de decirle que todo lo malo que sentía era culpa suya.
Pero jamás lo hizo, siempre calló sus desacuerdos y Joel lo hizo también callar sus problemas.
•••
En Joel calahaban todas aquellas palabras o frases que Zabdiel había dicho, pues sabía muy bien que sólo lo adaptaba.
Eran todas palabras suyas, pero utilizadas en diferente situación y adaptadas para no hacerlo quedar como mal amigo pero sí para hacerle ver cuánto le había dolido a Zabdiel.
Como la gente decía, eran cachetadas con guante blanco...
—Después de todo, no creo que hayas tenido mejor decisión en tu vida —sonrió Zabdiel—, no como sea encuentras a un hombre así.
De pronto la sonrisa de Zabdiel cambió y comenzó a moverse mucho, como si estuviese emocionado.
Y ahí venía el primero y mejor, el único recuerdo que realmente amaba.
Había escogido ciertos recuerdos, si dijera todos jamás terminaría, pero era hora de lo hermoso.
Antes de la boda, de Eber o la muerte del amigo que tenían en la universidad, antes de ser presentado con los Pimentel...
Mucho antes aún de ser amigos, antes de siquiera conocerse.
Cuando Zabdiel lo había hecho.
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Cuando te amé || Jobdiel.
Fiksi PenggemarEl discurso de boda mejor dado es el de Zabdiel, todos lo saben. Habla de lo mejor y lo peor que pasó con Joel, empieza desde un momento atrás de dar el discurso y va en retroceso diciendo todos sus sentimientos, hasta llegar al desastroso primer dí...