El último día que te vi sólo me preguntaba una cosa...
¿Por qué dejaste de quererme?
No entendía tú comportamiento, estabas tan raro, indiferente, frío, cortante.
Eras completamente otra persona. Ya no te reconocía.
Y eso me dolió aun más. Que hayas cambiado para bien o mal, no lo sé y jamás lo sabré.El momento en el que pronunciaste las palabras que no quería escuchar mi corazón dejo de latir mi mente se bloqueó por unos segundos, no sabía exactamente qué hacer, cómo actuar.
Pero guarde la compostura y actúe igual que tú. Jamás dejaría que me vieras débil.
Así que actúe indiferente. Dije que estaba bien, cuando en realidad mi alma volvía a destrozarse,cada pedazo en el suelo lo pisaste sin darte cuenta.Cada fragmento se destruía con cada palabra que pronunciabas, cada movimiento que hacías y cada mirada que me lanzabas para verificar si me dolían o no las palabras que acabas de pronunciar.
Terminamos...
Ese día derrame lágrimas y no por sentimiento de abandono porque no me sentía así. Tenía coraje estaba realmente enfadada contigo te odie demasiado ese día ni ver tu nombre en la pantalla de mi celular podía, no podía siquiera ver nuestras fotos juntos de nuevo o leer cualquier mensaje tuyo.
La furia me consumía y sólo pensaba en golpear cosas, en deshacerme de ese enojo que tanto me embargaba. Odiaba estar así, yo jamás había odiado tanto a una persona como te odie a ti.
Y jamás entenderías el porqué.
De todas formas no te interesaba solo querías largarte de ahí y lo entendía yo también quería que te largaras.
Y eso fue justamente lo que hiciste y jamás volví a saber de ti.
Ese fue el último día que te vi y el último en el que deje de sentir cualquier tipo de cariño hacia ti.