Fangirl ⚡ Jungkook ✔

77 - Parte Dos

— ¿De donde sacaste ese disparate? 

— Seomi me lo dijo. 

El frío de las primeras noches primaverales seguían siendo tan violento como en invierno, por eso tenía la cara dura gracias al cruel viento que parecía querer cortarme las mejillas. 
No me importaba. Honestamente siquiera sentía dolor, o frío. Solo rabia, ira, impotencia. El enojo se apoderó de cada músculo de mi cuerpo calentando todo mi sistema haciéndolo inmune a las bajas temperaturas de la noche. Tenía la mente fija en una cosa, y no me detendría hasta lograrlo, nada me detendría. 

— Lo comprendo de algún modo ¿sabes? No pude pasar el tiempo suficiente con ella, la mayor parte del día estábamos en la empresa o de gira, hacíamos videollamadas pero no era suficiente. Estuve ausente cuando me necesitaba, le escribía, pero no estaba ahí para abrazarla y decirle cara a cara que todo estaría bien. En algunas ocasiones le cortaba las llamada por falta de tiempo y cuando la llamaba horas más tarde su entusiasmo ya no era el mismo. No me lo decía pero yo sabía que le dolía. 
Creo que está en todo su derecho de tener otra persona que pueda hacer todo lo que yo no, que pudiera escucharla sin mirar el reloj cada cinco minutos, alguien a quien tomar de la mano a plena luz del día, señalarlo con orgullo y decir “es mi novio”. Decidió que no tenía que salir con alguien a medias y encontró una relación en la que ser plenamente feliz. Pero no dejo de preguntarme en qué momento comenzó esa relación, cuando se dio cuenta que sentía algo por él. Me duele pensar que fue cuando aún éramos novios, que no me habló con la verdad. Por eso estoy tan disgustado con ella. 

Idiota, mil veces idiota. 

— Haebin terminó contigo por las amenazas de una sasaeng que la acosó por teléfono alegando tener pruebas de su relación. Si no te dejaba no sólo expondría esa información, las relaciones de Jimin y Yoongi se verían afectadas también. 

¿Por qué no pensé en eso ni una sola vez? Me centré en mi propio dolor, no analicé la situación y solo me conformé con lo escrito en sus mensajes. Si hubiera la maldita cabeza para algo más que lamentarme habría analizado la situación porque tuve varias señales frente a mis narices. 
Una de ellas fue su distanciamiento. Pasamos de estar perfectamente bien a dejar de comunicarnos en tan solo cuatro días y tres después, me dejó. 

— Le dio una semana para hacerlo o publicaría todo lo que sabía de nuestras vidas amorosas. 

En ese momento quise darme la cabeza contra la pared de la habitación de lo imbécil que me sentí. ¿Como mierda no me di cuenta de eso? La Haebin que conozco jamás haría algo así, no me dejaría de esa forma. Si de verdad había conocido a alguien más no tomaría la decisión de romper nuestra relación en escasos días, primero aclararía sus sentimientos y luego hablaría conmigo. Tampoco comenzaría una relación a pocos días de terminar la nuestra, me diría las razones cara a cara no a través de un teléfono. 

Por eso actuó así, sabía que si me veía a la cara descubriría que estaba mintiendo. 

Y recién ahora me doy cuenta de todo eso, grandísimo idiota resulté ser. 

Mis impulsos me pedían a gritos que agarrara todo lo que se cruzaba por mi camino a patadas, respiraba con dificultad y no a causa de lo rápido que caminaba. Lloraba, pero a diferencia de mi habitación estas eran lágrimas de rabia. Me daba impotencia haber sido tan injusto con Hae, juzgandola sin pruebas. Pude haberle brindado mi apoyo, pero dudé de ella hasta los últimos segundos. 

— ¿Por qué no me lo dijo? — pregunté a la defensiva, con el ceño fruncido lleno de desconfianza. — De ser así se habría con la empresa para que hicieran algo y asunto resuelto.