–Aquí tiene su café señora Pent – dice Alejandro al adentrarse a la sala de juntas, deposita la taza en la mesa frente a su madre –Necesita algo más – pero que servicial.
–No, muchas gracias – mi madre tan encantadora como siempre.
–Traeré las notas y estaremos listos para comenzar señor – asiento y lo veo marcharse.
Cinco minutos después estamos todos sentados alrededor de la mesa de juntas y Sean se encarga de repasar en voz alta el plan de negocios modificado para la compra de un nuevo hotel que planeamos adquirir mi padre y yo.
–Nada de esta información puede filtrarse a la prensa – puntualizo –Cuando la absorción este completa daremos la noticia. No quiero pasar por otro mal rato como con Huxwell –
–De verdad que no entiendo porque se retractó – hago una mueca.
–Eso ya no importa, en lo que a mí respecta se puede ir al diablo con todo y su empresa –
–Brandon – me riñe mi madre y apunta a Jonathan –Pronto comenzara a repetir todo lo que dices y no quiero escuchar que diga una sola grosería entendido – quiero poner los ojos en blanco, pero sé que eso solo la enfadara más.
–Si Grace – Sean contiene una carcajada –Como decía, esta tarde tengo programada una reunión con él, tú me acompañaras – apunto a Sean – Y terminaremos de redactar los últimos detalles.
–Me parece bien – se encoje de hombros.
–Hemos terminado pronto – concuerdo con mi padre. Bajo la vista a mi regazo e intento ajustar a Jonathan en una posición en la que este más cómodo, pero no para de revolverse.
–Tranquilízate Brandon, tal vez se siente inquieto porque le molestan un poco las encías, paséalo un poco para distraerlo – la obedezco y me pongo de pie caminando de un lado a otro por los ventanales tratando de que algo del exterior atraiga su atención, pero parece que nada logra hacerlo.
–Permítame a mi señor –Alejandro se acerca y me extiende los brazos –Mi hija menor acaba de pasar por esa etapa también, lo llevare a que conozca al personal – miro a mi madre dudoso y al ver que asiente y sonríe se lo entrego a regañadientes. Mi hijo no tendría que estar conviviendo con mi personal.
–Relájate un poco cariño, no le pasará nada, de hecho, le hará bien conocer a la gente, lo hará más sociable, no ve muchas caras nuevas últimamente – dice Grace cuando Alejandro sale de la habitación.
–No creo que haya sido buena idea que lo trajeras aquí –
– ¿Por qué no? –
–Es un distractor para todos –
–Que dices hijo, pero si todos parecen muy felices de conocerlo – giro en mi cilla y noto que es verdad, Alejandro lo pasea entre los cubículos y las personas se desbaratan en atenciones para el –
–Entonces supongo que está bien – me muerdo la lengua.
–Estas seguro de que estarás bien a solas con el esta tarde –
– ¿A solas? –
–Si, te lo dije ayer hijo, tu padre y yo tenemos planes para salir a cenar con unos amigos – bien eso manda a la mierda los planes de salir a beber una copa con Sean.
–Tú no te preocupes, sobreviviremos unas horas sin ti –
–Me preocupas más tú que el – sonrió, a mí también.
–Señor Pent – nos giramos para mirar a Alejandro en el umbral de la puerta – Su siguiente reunión es en diez minutos, pero me han avisado desde recepción que ya están aquí – asiento. Me parece más que perfecto.
–Que suban – me incorporo para tomar a Jonathan de sus brazos y lo coloco sobre la mesa simulando que está de pie, se tambalea, pero lo sostengo impidiendo que caiga. El resto de las personas en la sala de ponen de pie y se preparan para marcharse – ¿A qué hora deben marcharse? Me asegurare de estar en casa antes de que lo hagan. –
–Sobre las siete –
–Bien, volveré antes que eso –
–Tu tranquilo cariño Zoé puede quedarse con él hasta que vuelvas – ni siquiera me acordaba de ella, quizá también tenga que despacharla cuando mis padres se vallan, recuerdo su mirada de corderito y me recorre un estremecimiento.
–Por lo pronto nosotros nos marchamos – me da una palmada en la espalda y se acerca a Jonathan para remover su cabello y aplastar sus mejillas, hace un gesto con la boca y veo como su rostro se pone rosado y luego rojo antes de comenzar a lloriquear.
–Papá – lo regaño y me dedica una mirada de disculpa. Lo que faltaba, ahora no parara de llorar hasta que le den el medicamento.
–Bueno hermano, yo me retiro, aun no estoy preparado para tratar con niños – lo miro con una ceja alzada –Estaré aquí para la reunión –
–Puntual – alza las manos en señal de rendición y se va. Quizá tenga al menos diez hijos regados por el mundo y él ni cuenta.
– ¿Grace tienes las gotas para las encías? – No responde y me giro sobresaltado al escuchar como como se hace pedazos el vidrio en el suelo de mármol, se le ha caído la taza de las manos y puedo ver que está un poco pálida mirando anonadada un punto fijo.
– ¿Mama estas bien? – ¿y ahora qué? Pego a Jonathan sobre mi pecho y me acerco preocupado a ella.
–Siéntate cariño – mi padre le acerca una silla y Alejandro entra a toda prisa con una botella de agua. Tan servicial como siempre.
–Brandon... – su voz suena baja, demasiado baja.
– ¿Qué? – mi padre hace un gesto con la barbilla para que mire detrás de mí. Me giro sin entender que pasa y cuando recorro con la vista la recepción entiendo por completo el desconcierto de mi madre.
Alexis está de pie frente al ascensor rodeada de tres hombres, todos vestidos de traje. Me quedo de piedra mirándola y de repente alza la vista y su mirada se queda suspendida con la mía, deja atrás a su sequito y camina con decisión hasta llegar a la sala de juntas, entra sin decir más y camina hasta quedar de pie frente a mí.
–Brandon... – pronuncia mi nombre como un suspiro y de repente siento como me tiemblan las piernas y mi cuerpo responde de inmediato a la cercanía del suyo. Esta mujer va a matarme en algún momento.
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VOLVIENDO A TI | | Trilogía mía para siempre III
Romance-Tantas oportunidades para un nuevo comienzo y sigo aferrándome a ti - Decidida a comenzar de nuevo, Alexis traza un plan y se empeña en cumplirlo al pie de la letra, un nuevo departamento, nuevo empleo, nuevos amigos, independencia, todo eso necesa...