Cursum Perficio (Tianshan AU)

VIII. "Hasta Luego".

El domingo siguiente, el cuerpo de Mo fue "despachado" ó preparado para ser entregado a sus parientes más cercanos. No obstante, no parecía haber seres queridos ni parientes directos entonces fue autorizada la entrega del cuerpo a He Tian.

Los arreglos con el director de la funeraria Westwood village, fueron hechos con He Tian y Jian Yi. Querían que el funeral fuera en el pueblo de Kansas dónde habían enterrado a la mamá de Mo, pero trasladar el cuerpo era muy difícil y habían muchos peros.

He Tian y He Cheng moverían cielo y tierra para mover ese cuerpo al pueblo de Kansas, el miércoles llegaría el cuerpo a la funeraria y el jueves se haría el funeral y como quisieron, el cuerpo descansaría al lado de su querida madre. Esa tarde del miercoles Mickey Song, el artista maquillador de Mo, recibió una llamada de He Tian.

- Mickey... tú lo prometiste, ¿recuerdas?
Años atrás cuando Mo había sufrido un resfriado atroz y ese mismo día tenía que hacer una presentación, por la tarde Mickey había llegado y puso en práctica su magia, haciéndolo radiantemente hermoso para la prensa que aguardaba. Después Mo logró sacarle una promesa.

-Prométeme algo Mick.

-Cualquier cosa Mo.

-Prométeme que si algo me pasa, por favor, no dejes que nadie toque mi cara excepto tú. Prométeme que me maquillarás para no parecer tan muerto.

-Seguro.- dijo el riendo-. ¡Que me den el cuerpo mientras todavía esté tibio, y lo hare!

Reconfortado por una botella de Tequila, Mickey fue a la funeraria, dónde maquilló a Mo para su presentación final. Jian Yi y Xixi habían elegido el traje que había usado cuando volaron a Tokyo.

He Tian andaba como muerto en vida, cuándo alguien le daba sus condolencias el las respondía respetuosamente, pero cuándo Jian Yi ó Zhan Zheng Xi le decía algo refente al tema de "No puedo creer que le hicieran esto a Mo" parecía que se iba a derrumbar.

Alan Abbott asistente del director de la funeraria, recuerda que He Tian pasó toda la noche anterior junto al ataúd en la capilla, lloraba desconsolado mientras se aferraba a la pequeña y fría mano del amor de su vida. El jueves en la mañana cuando Mickey Song volvió para ver cómo estaba el maquillaje, He Tian seguía allí.

-Tenía los ojos rojos de tanto llorar, y estaba inmóvil, contemplándolo.- dijo Mickey-. Creo que le echaba la culpa de su muerte a Hollywood. A Hollywood, y sobre todo a los Miller.

No querían que el elemento hollywoodense estuviera presente en el funeral: ni estrellas, ni productores, agentes, amigos de Hollywood, ni la prensa. Solo se admitían 30 parientes y amigos, entre los que estaban la familia He, Jian Yi y su madre, Zhang Zhen Xi y su hermana, Mickey Song, Qiu, She Li, y unos amigos de Tian que también eran amigos de Mo.

Entre los que quisieron asistir pero se les negó la entrada, estaban Hamilton, Peter Lawford, y amigos de Hamilton.

Más de cincuenta policías y compañeros de Tian controlaron el trafico y la multitud. La Twentieth Century Fox contrató otros cuarenta guardias de seguridad para mantener fuera del cementerio a los que no estaban invitados. Debido al trafico, el servicio empezó tarde. Dentro del cementerio, sólo el zumbido de media docena de helicópteros rompía el silencio.
Con un lloroso He Tian sentado en primera fila de la capilla con su hermano, la esposa del encargado empezó a tocar el órgano, Jian Yi dijo unas palabras entre lágrimas y sollozos, She Li también, y He Cheng finalizó diciendo:

- No podríamos decirle adiós. A Mo nunca le gustaron las despedidas, pero sé qué algún día todos nos encontráremos en ese país a donde él se ha ido.

Antes de que cerraran el ataúd, He Tian se puso de pie y miró un lago rato, por ultima vez. Él lo recuerda como un niño, durmiendo tranquilamente entre las rosas, por siempre tan joven y hermoso. He Tian se inclino y lo beso en la frente, murmurando "te amo, te amo, te amo, te amo tanto" La comitiva fúnebre siguió en silencio el ataúd hasta el corredor de los recuerdos, donde se depositó su cuerpo. Después de los ritos, todos se dispersaron, siempre en silencio. Pronto los freneticos aficionados y la frustrada prensa invadieron el cementerio, pisoteando tumbas, aplastando flores, arrancando recuerdos.

Después todos se fueron, esa noche, He Tian regresó y dijo adiós por última vez. Durante los siguientes veinte años He Tian coloca rosas rojas en la urna junto a la cripta dónde descansa el cuerpo de Mo Guan Shan, detrás del veteado mármol con su sencilla placa de bronce:

Mo Guan Shan.
1926-1962