Rueda de prensa (Barbarena)

Nunca me dejo sola

BÁRBARA

Un sonido aturdió aquel lugar, algo salpicó mi rostro y al voltear a ver a Maca un frío recorrió todo mi cuerpo y entendí que lo que me había salpicado era sangre, por un momento nuestras miradas se cruzaron, parecía no haberse dado cuenta de lo que estaba sucediendo, volví a ver su herida, justo en ese momento se desplomó por completo cayendo en mis brazos.

-¡llamen una ambulancia!- grite lo más fuerte que pude -¡Maca reacciona!- le di algunas palmadas en la cara -¡no te duermas!- abría con dificultad los ojos, pero solo era para que se le pusieran en blanco

-¡viene en camino!- grito alguien a lo lejos, otro periodista me acercó un trapo y se lo coloque en la herida, las personas se movían sin sentido alguno, mientras yo seguía en el suelo con Maca

-¡denle espacio para respirar!- grito Oscar, mientras empujaba a las personas para quitarlos de encima, quite solo un poco el trapo y eran chorros de sangre los que brotaban.

-¡hey!- volví a tomar su rostro dejándolo lleno de sangre -¡despierta!- comenzaba a desesperarme aún más, los minutos estaban corriendo y yo sentía que el tiempo se detenía, me aferre aún más a Maca y le susurré al oído -no me dejes aquí sola- comencé a llorar -quédate conmigo- acariciaba su cabello -prometo no hacer ruido mientras tomas tu siesta y comeremos más seguido en ese restaurante que tanto te gusta, pero no te vayas, te necesito demasiado, no podré seguir sin ti- me aferraba tanto a ella que olvide a la gente a mi alrededor.

-¡abran paso!- gritaron a lo lejos, levante la mirada y vi a un par de personas vestidas de paramédicos, se acercaron corriendo a mi, un paramédico tomo a Maca que aún intentaba mantenerse despierta, otra persona me jalo para quitarme de ahí, en un principio me resistí, pero necesitaban espacio.

Con tijeras comenzaron a cortar su blusa dejando ver la herida, el sangrado no se detenía y el pánico aumentaba, solo pasaron unos pocos minutos cuando ya la estaban subiendo a la ambulancia, nadie puso objeción en que yo fuera con ella, le pedí a Oscar que hiciera algunas llamadas poco antes de que cerraran las puertas.

-tienes que salvarla por favor- insistía

-estamos haciendo lo que está en nuestras manos-

-¡hagan más!- no podía controlarme

-tranquila- comento un paramédico -ella está luchando demasiado- coloque mis manos sobre el rostro y lo frute constantemente, deseaba con todas mis fuerzas que esto fuera un a pesadilla, sentía que en cualquier despertaría. Cerré los ojos y justo esas imágenes se vinieron a mi cabeza, ella despertándose en un día perfecto, entre sabanas blancas y los rayos del sol que siempre la hacen ver más bella de lo que ya es, sonriendo y jugando con su cabello, por un momento me perdí en aquellas imágenes, pero al abrir los ojos regrese a la cruda realidad, íbamos llegando al hospital.

Bajamos de la ambulancia y yo solo me dispuse a seguirlos, corríamos por pasillos largos y justo al llegar a una puerta una enfermera me detuvo de golpe.

-ya no puedes pasar- comento tranquila -mi compañera te acompañará para que nos ayudes con los datos, en cuanto tengamos información el médico te lo hará saber- yo no quitaba la vista de la camilla, la otra joven me tomo del brazo y muy a mi pesar comencé a caminar a su lado.

-se que este tipo de situaciones son complicadas y que quisieras estar ahí adentro- comentaba la enfermera -pero créeme está en muy buenas manos- yo sabía que era su trabajo, pero aún así no me estaban ayudando sus palabras, llegamos a la sala de espera y ella comenzó a hacerme preguntas, en cuanto le dije el nombre de Maca pude ver en su cara como sabía quien era y a mi ya me había reconocido, siguió preguntando y yo contestaba sin problemas -¿que es de la señorita?-