Deje de existir

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GONZALO

Miraba por la ventana sin entender que estaba ocurriendo, como es que no me di cuenta de que llegaban patrullas, me sentía acorralado y no sabía que hacer.

Voltee y ahí estaban ellas, Bárbara parada a un lado de la camilla y Macarena sentada en ella, las dos estaban asustadas y me miraban con miedo, no voy a negar que el saber que yo les provocaba eso me divertía.

-¡dije ¿quien llamó?!- grite una vez más agitando el arma frente a ellas

-no se- decía Maca -estamos aquí, tú no nos has quitado la vista de encima ¿como podríamos haberlo hecho?- Tenia razón, mire una vez más por la ventana y comprendí que esto no terminaría bien.

-lo mejor será que salgamos de aquí- dijo Bárbara

-¡tú estás loca!- grite -no se con qué intenciones estén allá afuera- al decir eso se me ocurrió prender la televisión para ver si había noticias sobre esto, tome el control mientras ellas me miraban sin entender.

No solo estaban dando la noticia, los helicópteros hacían tomas en vivo mientras que alternaban con imágenes desde adentro del cuarto, de inmediato voltee a ver hacia la altura de donde se veía la imagen y me tope con el celular de Bárbara.

-¡fuiste tú!- de un momento a otro me entró una necesidad de lastimarla, la tome por el cuello y la golpeé contra la pared -¡por tu culpa me meterán a la carcel!- no me podía contener, ella luchaba con sus manos para intentar quitar las mías de ella, pero era absurdo, mi fueras la superaba, algunos golpes en la espalda me hicieron voltear y no pude evitar reírme de lo patética que se veía Macarena intentando ayudarla -tranquila- dije soltándola -aun no la voy a matar- me aleje de las dos, me causaba náuseas toda la situación, pero más el ver como aún estando mal se tenían la una a la otra para apoyarse.

Macarena con mucha dificultad se arrodilló frente a Bárbara, las dos temblaban y lloraban desconsoladamente, se abrazaron y fue ahí cuando un mar de emociones me invadió, de alguna manera con eso sabía que yo había perdido por completo, es verdad que duramos 7 años, en algún momento nos quisimos, pero nunca nos miramos como ahora lo hace con ella, casi puedo asegurar que si tuviera que dar la vida por mí nunca lo hubiera hecho y eso estaba quemándome por dentro, esos celos que había acumulado en estas semanas sentía la necesidad de sacarlos, quería lastimarlas, que sintieran ese dolor que me dificultaba respirar, mi mirada era un constante intercambio entre la ventana y ellas, el sonido de los helicópteros, los altavoces y la misma televisión me estaban terminando de volver loco, tenía el tiempo contado y de eso también me estaba volviendo consiente.

Me acerque de nuevo a ellas y Bárbara se encogió de hombros con demasiado temor, mi humor era una constante montaña rusa y ahora predominaba la tristeza, el daño que estaba causando se reflejaba en su miedo y solo pude arrodillarme a su lado y comencémoslo llorar

-¿algún día me amaste?- pregunte de la nada, ella volteo a verme y parecía no entenderme -contesta por favor- insistí

-mucho tiempo pensé que si, pero ahora se que solo te quería, pero nunca te ame de verdad- asentí en varias ocaciones mientras veía al piso -¿que te dio ella que no te di yo?- mire a Maca que también evitaba mi mirada -Gonzalo no te hagas más daño-

-¡dímelo!- grite y ellas se asustaron aún más

-no te sé decir- dijo lo más rápido que pudo -su manera de hacerme sentir que nada malo me podía pasar al lado de ella- aunque no quería, las lagrimas no dejaban de rodar por mis mejillas

-y tu- mire a Macarena nuevamente -¿por qué ella?- comenzó a negar constantemente con la cabeza -¡contesta o te hago otro agujero!- me estaba desesperando

-es difícil ver a la verdadera Bárbara y yo tuve la fortuna de conocerla- dijo mientras mantenía la mirada en el suelo.

Me levante nuevamente y por algunos segundos di vueltas en círculos, odiaba que tuvieran razón, de alguna manera me dolía verlas así, pero por otra parte de verdad quería verlas sufrir

-si de algo puedo estar seguro es que de aquí uno de los tres no saldrá vivo- comencé a hablar y ellas me miraron con miedo -se que he sido un asco de persona y de alguna manera me arrepiento, pero por primera vez quiero que me entiendan- tome aire -si bien nunca te supe tratar, si te quise mucho y el perderte no solo le dio a mi ego, mi corazón se rompió en mil pedazos y ahí entendí que extrañaba verte sonreír, esas tardes de platicas mientras comíamos, comencé a extrañar tu presencia en mi departamento, todo se sentía vacío...- parecían haber relajado un poco sus facciones -definitivamente no le deseo a nadie tener el corazón roto- baje la mirada. Algunos golpes a la puerta me sacaron de mis pensamientos, la policía que gritaba constantemente -¡levántense!- grite, entre las dos se ayudaron -van a salir ustedes primero- me seque las lagrimas -pero antes de eso quiero decirles una cosa más- ellas ya no sabían que esperar -se que no hay palabras para compensar todo esto, pero lo siento- miraba a Macarena -mis celos me ganaron- los golpes eran cada vez más fuertes y me aturdían -aunque nunca te lo hice notar fuiste una persona importante en mi vida, así que gracias- ellas comenzaron a caminar hacia la puerta -antes de que salgan- se detuvieron de golpe -sean felices- las lagrimas volvieron a brotar -de verdad siento mucho no haberlas podido entender, siento mucho no haber sido solo un ex más para ti y siento mucho toda esta situación, pero créanme, esto está por acabar-

-¿te entregarás?- me pregunto Bárbara con algo de miedo

-ya lo veras- sonreí con nostalgia -solo háganme caso, en cuanto salgan cierren la puerta- sin decir más me voltee hacia la ventana, no me había percatado de que había luna llena, brillaba demasiado, desde niño siempre me había provocado paz y por fin entre tanto caos tuve unos segundo de tranquilidad, la puerta se abrió y de golpe se escuchaban gritos, a pesar de todo Bárbara me hizo caso y entre el caos logro cerrar la puerta, al escuchar el golpe de la misma cerré mis ojos y me imaginé en un campo con el pasto verde cortado a la perfección y a mi acostado viendo la luna, mi vida siempre estuvo llena de excesos, Bárbara ayudó a que todo eso disminuyera, pero ella ya no estaba, solo me costó unos pocos segundos entender que mi tiempo ya había concluido y sabía que así quería permanecer en aquel lugar toda mi vida, donde no necesitaba de nadie para ser feliz, sin pensarlo un segundo mas coloque el arma en mi cabeza y sin más dejé de existir...

BÁRBARA

En cuanto nos vieron salir, los policías se acercaban para asegurarse de que estuviéramos bien y otros seguían al pendiente de la puerta, un disparo se escuchó y de golpe entraron a la habitación, abrace a Maca, no necesitaba mirar para saber lo que había pasado, hundí mi cabeza en su cuello y comencé a llorar, si bien nunca fue la mejor persona, de alguna manera en sus últimos momentos demostró un poco de ella, ahora entendía porque nos había hecho salir del cuarto, no quería que viéramos algo así.

-lo siento- susurraba Maca -no debió terminar así- repetía constantemente

Ella tenía razón, no sabía si era mi cabeza intentando protegerme de la realidad o de alguna manera si lo llegué a conocer, toda esta situación se nos salió de las manos y tal vez para él fue su manera de solucionarlo, aunque nunca es la mejor...

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Hola!!!

Antes que nada quiero que cualquier persona que esté pasando por un momento difícil no crea que el suicidio es una opción, si se sienten mal, busquen ayuda profesional y si por algún motivo no pueden cuentan conmigo, aveces solo es cuestión de hablar y ser escuchados.

Admito que hacer este capituló ha sido demasiado difícil, ponerte en la cabeza de alguien que aparenta algo pero al final solo es una persona incomprendida es demasiado completo...

Los quiero mucho!! ❤️😘

Rueda de prensa (Barbarena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora