Seokjin:
Mí corazón dolía. Extrañaba la calidez que me brindabas con tantísimo amor. Que seas gruñón hacía que aquel tacto se hiciera algo pesado, pero que al instante me diera ternura. Era chistoso. Lo anhelaba.
Pensaba en cómo llegué a este punto. ¿Puedo llamarte? Seguro bufarías porque hice que te levantaras, te conozco muy bien. Pero, ¿y qué?
Me sorprende la caída de un libro, pero aún así quiero algo de ese cariño especial. No tuve un gran día, las lágrimas no paran de brotar. Intento aquello que me recomendáste. "Si sonreís por unos minutos frente al espejo, engañás al cerebro y así vas a tranquilizarte, ya que sirve como antidepresivo engañoso". ¿En serio hacías esto? No me sirvió ni los primeros días.Decidí salir a caminar... para qué, la verdad. Aquellas gotas transparentes volvieron a brotar sin que nadie las llamara. Me cansé de pasar vergüenza y fui a una plaza. Estaba llena de flores. Daban un toque tan vivo al lugar y bueno, la llegada de la primavera se hace notar al igual en que lo hacías.
Me senté en una banca. Es de noche, pero aún así decidí ser blanco de los ladrones y sentarme en la cual la alumbraba una luz amarillenta. Y pensé, ansiando un abrazo cálido que hiciera temblar mis huesos. Que se cale en los mismos hasta llenarme por completo con el aroma de las flores a mi alrededor.— Daría mi vida por volverte a sentir, o con solo verte desde veinte metros, o desde kilómetros... —
Suspiro. En serio, ¿otra vez? Creía haberlo superado, mas nuevamente me encuentro con mi melancolía palpitante como recién nacido. Es cansador. Aunque una idea se me vino a la cabeza.
— Quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo. —
Ya, eso debería funcionar. Si repito seis veces algo que deseo con todo lo que soy, debería obtenerlo, ¿verdad? Así que tocaba esperar, aunque no pensé que lo minutos pasarían y pasarían y pasarían. Me encontré en la banca aún luego de tres horas, hasta que sentí algo. Decidí repetir en mis adentros lo mismo, solo que esta vez simulé abrazar a alguien, no sin antes ver si pasaba alguna persona, cerrando luego mis ojos y creyendo lo más que podía.
Me sorprende la calidad. Hacía algo de frío y el mismo se fue de a poco. Hasta sentí que mis lágrimas eran quitadas dulcemente de mis mejillas. Y me animé, me animé a aferrarme a aquel sentimiento que tanto extrañaba.A la par Yoongi:
¿Otra vez llorando? Todos los días lo hace, es tan cansador de ver. Me da algo de pena que sea así, pero no puede ni siquiera verme como para decirle lo que pienso.
Me pone celoso escucharlo. No aguanto que siga recordándolo, así que voy a tirar este libro para que se calle... sí, perfecto, pero... en serio, ¿otra vez? ¿Por qué no para de llorar? y, ¿a dónde va ahora...? Oh, va a salir. Está bien, toca seguirlo... ¡Pero es tan tonto que se olvida las llaves! Las voy a poner en su bolsillo... bien, hecho. Espero que no camine mucho porque no tengo ganas de seguirlo, quiero dormir.No puedo creer que se haya sentado ahí. La semana pasada le robaron por ser igual de estúpido y ahora viene con lo mismo. Estoy cansado, así que me voy a sentar al frente suyo hasta que se mueva nuevamente...
— Daría mi vida por volverte a sentir, o con solo verte desde veinte metros, o desde kilómetros... —
Ya, entonces, ¿no pensaste en el suicidio? Imbécil. Yo que te cuido como puedo y vos diciendo estas mierdas por alguien que no podés ver más. Tené una puta piedra... uf, qué mala puntería que tengo que pasó volando por arriba de su hombr...
— Quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo, quiero un abrazo. —
¿Qué? ¿de verdad no sabe que eso es mentira? ¿cómo trata algo tan estúpido? Alto bobo, me dan ganas de hacerle cariño solo por pena, qué onda. Mirá cómo cerró los ojos y todo, qué risa. Vamos a estar acá en serio hasta que flashee que va a pasar algo y es súper triste eh.
Ya van tres horas. Tengo mucho sueñ... ¿otra vez? Pero este chico vino fallado. Me voy a tener que parar de verdad, me parece... sí.
A ver, estoy a cinco pasos, vamos primero con el abrazo... chau lágrimas con toque gentil, así es... aaaaaay me estás abrazando muy fuerte... Toques en la espalda, sí, tranquilo mi bebé llorón. No llores más que me ponés mal. Yo estoy acá para vos, por siempre.Yoongi en ningún momento supo el porqué era el ángel guardián de alguien tan roto con el cual sentía la necesidad y ansiedad de cuidar. Él nunca supo que era el causante de las lágrimas constantes de Seokjin, el cual anhelaba volver a abrazarlo como tanto amaba hacer. Así que cada día se ponía absurdamente celoso de él mismo, viendo las mejillas rojizas del mayor incendiarse por los llantos tristes de la partida del menor.
ESTÁS LEYENDO
¿Guardián? ; OneShot Yoonjin.
FanficLas flores son más bonitas si tienen olor a recuerdos.