capitulo 8:

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Al entrar tus ojos se pusieron inmediatamente en blanco. La abuelita estaba dentro de una gran olla de estofado, mientras que el lobo le ponía condimentos y verduras.

- pero que mierda - soltaste al ver la escena.

El lobo movió un poco su cola y sonrió de manera ladina y divertida mientras seguía cortando verduras mientras llevaba puesto un delantal de cocina rosa, que seguro pertenecía a la abuela.
La mujer de mediana edad al verme, sonrió y me saludó con la mano.

- ven mijita, métete a bañar conmigo. Escuche por ahí, que las verduras y conocimientos son buenos para la tez - hablo la señora como si nada mientras que yo la miraba con los ojos en blanco

Esto no pasaba en el cuento, estoy pensando seriamente que me estafaron de una manera muy grande. Mire de nuevo al lobo -hombre con orejas y cola de lobo, lo más normal del mundo- haciendo que este me sonría 

- hazle caso a la abuela, el agua está a la temperatura correcta

Le creería, pero hay leña prendida bajo de la olla gigante que me hace dudar que el agua se quede en ese punto. Mire al lobo con desagrado. Yo pensaba ser pacifista, pero tendré que navajearlo un poco.

"Llegaste a la casa de la abuela, nadie nunca lo había hecho ¿cuál será tu siguiente movimiento?"

- oh, mira, el cartel llegó tarde - dijo la abuela como si nada 

Definitivamente recurrire a la violencia

Caperucita RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora