sky| na jaemin.

we're just friends.

— Robarte besos me da buena suerte, Norim—el niño que mantenía una sonrisa, habló luego de hacer aquella cosa.

Jaemin y yo crecimos juntos, gracias a nuestros padres. Él me odiaba, pero yo lo quería. Y sin importar qué, Na Jaemin solía robarme besos todo el tiempo, bajo la misma excusa. "Robarte besos me da buena suerte".

— ¡Tenemos solo cinco años! —exclamé.

— ¡Sólo somos amigos! —reprochó.

Conforme pasaban los años, solíamos ser más y más cercanos. Cuando teníamos 10 años, él consiguió su primer amigo, Mark Lee. Yo ya tenía amigas.
Sin embargo Jaemin era mi mejor amigo, al cual le había perdido el cariño, o mejor dicho el cual ya no me gustaba. O eso creía yo.

— Debes aprender a jugar con carros, Norim —espetó, mientras me veía con desagrado.

Estaba jugando con muñecas.

— No me digas que hacer, Na —lo señalé con una de éstas— Seguro que si hacemos una carrera de autos, te gano.

— ¡Eso lo veremos! —estiró un auto hasta mi.

Si le gané.

Cumplimos catorce, Jaemin y yo estudiábamos juntos. cuatro años después de jurar no sentir nada por él, me sentía insegura. Mis sentimientos habían vuelto de nuevo...Pero para entonces Jaemin, Na Jaemin, ya tenía novia.

Tarde muy tarde.
Sus labios eran fresas, sus labios fresas jugosas que nunca pude probar.

— ¡Norim! —habló con una sonrisa— ¡Jung Yongsuk me ha correspondido!

Sonreí levemente mientras sentía como mis ojos picaban.— Oh Jaemin, me alegra mucho.

De verdad me alegra mucho, espero seas feliz.

— Supongo que así te miras bien —hablé, ella sólo gruñió.

— ¡Me veo gorda! —negué.

— Te ves bonita, Jeong —apoyé mis manos en sus hombros— Uses lo que uses, le seguirás gustando.

— Lo dudo.

— Jeong... Se nos hará tarde —espeté.

— ¡Es una fiesta, Norim! —se quejó— ¡No importa la hora!

— Vale, luego no me culpes —le di una mala mirada.

Esa misma noche, te vi con aquella chica. Estabas tan lejos de mi, ya no te tenía. Cada vez te alejabas más.
Yongsuk no es una buena chica Jaemin, la conozco. Te hará daño, nos hará daño.

Por favor, date cuenta...
Te extraño.

— Jaemin, alejate de ella, te lastimará —le supliqué— La conozco muy bien.

— ¡Alejate tú de mi, Kim Norim! —nunca pensé que me diría algo así.

Los días, semanas, meses pasaron. Y yo hice lo que él en aquel entonces me dijo. Me alejé, de todas las formas posibles. Y como si nada hubiera pasado, él sonreía y hablaba con sus amigos. Yo estaba destruida, sus palabras resonaban en mi mente cada día.

Dos años después, decidí mudarme, iría a vivir a Estados Unidos junto con Jeong. Juntas íbamos a decidir nuestra carrera universitaria.
Ahora si no volvería a verte Na Jaemin.

Y a pesar de todo, unas pocas esperanzas de que te despidieras de mi estaban presentes, pero nunca fuiste, nunca más te importé.

Adiós Na Jaemin.