Paseaba por los jardines cercanos al cuartel pensando en el tiempo que ha transcurrido; han pasado dos meses desde el cumpleaños de Heisuke y mis mejillas aun toman color cuando veo pasar a Saito y recuerdo todas las cosas que le dije aquella noche; siento como si él estuviera evitándome de alguna forma ya que no hemos vuelto a hablar desde aquella noche; cuando nos vemos ocasionalmente en el restaurante solo atina a saludarme y a veces solo me saluda con una pequeña reverencia sin emitir palabra alguna y mucho menos algún contacto visual.
He llegado a extrañar el tiempo en el que era considerada una extraña amenaza para los capitanes y me custodiaban para que no escapara. Todavía no me acostumbro del todo a mi vida en esta época pero como van las cosas tengo miedo de olvidar de donde realmente vengo.
Tímidas estrellas se asomaban en el cielo nocturno y en la oscuridad de la noche cerré los ojos por un momento; a pesar de estar rodeada de tantas personas amigables me sentía sola, nadie en éste lugar podía entenderme realmente.
Intentar animarme ahora sería en vano, había caído en las garras de la tristeza. Comencé a caminar de regreso al restaurante, un paso tras otro me alejaban lentamente de lo que realmente había pensado hacer; irrumpir en los cuarteles del Shinsengumi y preguntar por él, así tal vez podría cuestionarle algunas cosas; probablemente mi antigua yo, la que aun no estaba familiarizada con las normas morales de esta sociedad lo hubiera hecho; pero ahora he asumido mi papel en este lugar y por tonto que suene creo que alejarme es lo mejor.
El viento sopló con ferocidad y arrastró consigo algunos pétalos de flores de cerezo y una extraña silueta se acercaba lentamente en el panorama; que parecía sacado de una pintura. Aquel haori color celeste y la bufanda blanca; sin duda era Saito.
-Yukimura.- Susurró el joven.
-Descuida, estaba por marcharme.- Respondí rápidamente para comenzar a alejarme.
-¿Me escucharías un momento?- Cuestionó Hajime tomándome del brazo sutilmente.
Me detuve para observarlo y pude notar como sus ojos también me observaban con sorpresa como si no estuviera seguro de lo que estaba haciendo.
-Desde el primer momento en que te vi pude notar que no pertenecías a este mundo y realmente no me importo hasta aquella noche...- Dijo Saito quebrando el silencio.
-En el cumpleaños de Heisuke...- Continué imaginando lo que vendría.
-Soy un guerrero pero mas importante aún soy uno de los capitanes del Shinsengumi. Les debo mi lealtad y se cual es mi deber con ellos; siempre estuve en calma con esos pensamientos porque jamás pensé conocer a una mujer como tú. Todos los días es una batalla diferente desde patrullar las calles o pelear por el emperador cuando lo requiera pero solo una cosa tengo segura y es que no se si viviré lo suficiente como para algún día formar una familia; mi vida está en la batalla y mi espada ha sido mi única compañera.-
-Hay cosas de esta época que no puedo comprender pero respeto y sé también que la decisión que puedas tomar sobre tu vida sera la correcta para todos.- Respondí.
-No voy a negar que quise alejarme, es la primera vez que pierdo el control de mi mirada por alguien que no es una katana, y aún así desee ser quien te proteja con sólo ese propósito en mente; pero ¿cómo proteger a una mujer que pertenece a otro mundo?- Cuestionó Saito.
-Tienes razón, pertenezco a otro mundo; uno que tal vez no comprenderías.-
-No lo entiendes, no tengo frente a mí a un ser extraño del futuro; sino a una mujer del presente, a la cual defenderé en éste mundo con mi katana o sin ella. Esa es mi respuesta.- Concluyó Hajime.
-Saito... Aunque hay un gran espacio en el tiempo entre nosotros; esta mujer del presente se siente muy feliz y agradecida de haberte conocido; no cambiaría este momento ni por el futuro mas brillante que pudieran ofrecerme.-
Hajime detuvo su mirada sobre la mía y ahí se detuvo por varios minutos; los pétalos de cerezo revoloteaban entre nosotros hasta que sentí la cálida temperatura que emanaba de sus manos acariciando mi rostro y acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja izquierda.
-Te acompañaré de regreso.-
-Sí..- Asentí intentando calmar el calor sobre mis mejillas.
Ambos caminamos en silencio por un momento hasta que tome el valor necesario para colocar mi mano alrededor de su brazo izquierdo; al poco tiempo nos perdimos entre la gente que se encontraba en los alrededores hasta llegar al restaurante.
-Descansa Yukimura.- Dijo Saito mientras tomaba mi mano que aun se encontraba alrededor de su brazo; la acaricio por unos segundos antes de soltarnos por completo.
-¡Hajime-Sama!- Exclamó una voz.
Hajime levantó su espada hasta que pareció reconocer a la nueva persona que tenía frente a él.
-No puedo creer que al fin lo haya encontrado, han pasado tantos años. Su padre lo buscó todo este tiempo y estará feliz de saber que su único hijo al fin volverá a casa.- Sonrió el nuevo personaje.
-No pienso volver con mi padre; he tomado un camino de vida diferente al que el quería para mí y no cambiare mi decisión. Soy miembro del Shinsengumi ahora, puedes ir y decírselo.- Respondió Saito.
-No será necesario Hajime; vendrás conmigo quieras o no.- Sentenció una nueva voz.
-Padre...-
El clima se tornó tenso y lo que había comenzado como una pacífica noche terminó por convertirse en el inesperado reencuentro de Saito con su padre; al que al parecer no veía hace mucho tiempo por alguna extraña razón, aunque tengo el presentimiento de que desde ahora nada volverá a ser como antes y espero estar equivocada; una cosa es segura, ahora entiendo de donde obtuvo Hajime su gélida mirada.
Hice una reverencia al recién llegado antes de que Saito me pidiera que entrara al restaurante, me quedé observando detrás de la puerta como todos se alejaban en dirección hacia el cuartel del Shinsengumi.
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Perdida en Hakuouki: Memorias del Shinsengumi
FanfictionUna joven perdida en el tiempo cae en las manos de los hombres del Shinsengumi poniendo su mundo de cabeza. ¿Logrará volver a su tiempo o decidirá quedarse y vivir en el pasado? Nota: El Shinsengumi era una unidad especial de samurais del último pe...