Nuestro destino

Uno

Richie tenía 8 años cuando conoció al niño más hermoso y tierno del mundo. Y quedo flechazo cuando esos grandes ojos castaños lo observaron.

Ese día su mamá por fin lo había dejado ir solo a la casa de Stanley, su mejor amigo. En el camino mientras andaba en su bicicleta, miró un carro de mudanza pasar por un lado y le lleno de curiosidad. Era sumamente raro que alguna familia se mudará a Derry, no era una ciudad como las que miraba en la televisión y la gente de todo se enteraba. Aunque nunca nada interesante pasaba en Derry. Así que con toda la intriga que su cuerpo flaco podía tener, siguió al camión de mudanza que iba más o menos por donde el vivía.

El camión se estacionó en una casa blanca de dos pisos que desde que el recordaba nunca había estado habitada, enfrente de la casa ya estaba estacionado un auto de donde bajó una mujer de proporciones enormes; era la mujer más gorda que Richie había visto en su vida y la observó embobado por unos segundos, cuando el camión paro y se acercó.

Richie se volvió a subir a la bicicleta y ya había avanzando un poco para irse a la casa de Stanley para decirle de la señora gorda cuando un dulce aroma le llegó a las fosas nasales al pasar por el carro y se detuvo abruptamenente, lo que ocasionó que la rueda de enfrente de doblará y cayera al piso en un fuerte golpe. Richie  sintió que todo el oxígeno escapó de sus pulmones y que algo se había roto. Adiós permiso de andar solo por Derry.

-¡Oye! ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?

"Creo que estoy muerto", pensó, "Esa es la voz de un ángel". Abrió sus ojos y gracias a Dios que sus lentes no salieron volando cuando cayó para poder apreciar al niño más hermoso del mundo. "Definitivamente un ángel". El ángel tenía un lindo cabello castaño peinado con mucho gel, un tono del piel morenito, grandes ojos chocolate con largas pestañas, pecas por su rostro y una nariz pequeñita. Era considerablemente más pequeño que el y delgado, pero sus cachetes eran rosados y algo gorditos.

-¡Mami, creo que este niño se lastimó!

Richie parpadeo varias veces para enfocar bien y jadeo cuando la señora gorda se acercó. "¡¿Esa es su mamá?!“. ¿Como algo tan hermoso y divino podía ser hijo de alguien como ella? No tenía ninguna lógica.

-¡Eddie, cariño! ¡Aléjate de ese niño, no sabes que germenes puede tener!

-¡Pero mamo, se raspo una rodilla!-replicó el ángel llamado Eddie

Fue en ese momento que Richie fue consciente del dolor en su cuerpo por la caída. Se incorporó para quedar sentado y miró su rodilla, tenía un raspón y sangre. Un par de minutos después salió de su aturdimiento cuando sintió unas suaves y delicadas manos poner una curita en su raspón.

-Es lo único que puedo hacer por ti mientras mi mami está ocupada. Deberías ir a tu cara y lavarte tu herida antes de que se infecte-murmuró suavemente el ángel antes de levantarse y salir corriendo hacia al interior de la casa

Richie solo parpadeo varias veces seguidas antes de levantarse, tomar su bicicleta y seguir su camino a la casa de Stanley.

-Stan, creó que me he enamorado-dijo cuando Stan le abrió la puerta

Solo esperaba pronto volver a ver a su ángel.

OK, esto es todo por la primera parte de esta historia. Los tamaños de cada capítulo van a variar y pueden ser desde el punto de cualquiera de los personajes.

Tenía una propuesta. Que les gustaría más:

A) Que los one-shots tengan un orden cronológico
B) Que no le tengan y sean salteados

Escojan la opción que más les guste
Nos vemos!