IV

228 14 9
                                    

POV Dana

-¡Oh Dios de la mierda, qué aburrimiento! – exclamé aburrida.  Llevaba allí 20 minutos encerrada con chicos. Las demás se habían marchado a examinar el lugar, pero mi vaguería me impedía imitar su acción.

-¿Existe un Dios de la mierda? – preguntó Samuel riendo por lo bajo.

-Yo le rezo 15 veces todos los días – dijo Elvisa animadamente. Raúl, que estaba a su lado se tapó  la cara con las dos manos.   Reí ligeramente.

Miré hacia la esquina de la sala. En un rincón, había un chico examinando lo que parecía ser una cámara. Me levanté del suelo y sacudí mis pantalones.

-¿Qué haces? – pregunté curiosamente.

-Intentó que esta mierda llamada cámara funcione – dijo sin mirarme.

-¿Para qué?  - esta vez levanto la cabeza dejando ver su rostro. No era el tipo de chico que te encuentras por la calle y piensas “oh, yo le daba”, no. Era otro tipo de belleza, algo tierno e infantil.

-¿Para qué sirve una cámara? – bufé y me crucé de brazos. Este sonrió ante el gesto y bajó la mirada de nuevo hacia el objeto.

-Me llamo Dana, recuerda mi nombre – dije girándome dispuesta para irme con los demás. Antes de que me girara por completo me tocó el hombro.

-Yo soy Willy, Guille para ti – dijo sonriendo.

POV Ana

-Voy a inspeccionar el lugar – grité a los demás.

-¡TEN CUIDADO ZORRA! – me contestó Sofía.

Corrí un poco intentando divisar algo más allá de los árboles. Apostaba a que serían las 19:00. En la sala había algunas cajas con provisiones y sacos de dormir.  Intentaría volver antes de que oscureciera mucho .

-¡Ah! Joder macho – me había arañado con una rama.

Todo se quedó en silencio y puede escuchar un leve sonido de… ¿agua? 

Quité las ramas que se interponían en mi camino con cuidado y observé atónita el paisaje.  Aquel lugar no era otro que una preciosa cala. Abrí mi boca felizmente.

-¿Es bonito eh? – me giré para ver al dueño de aquella masculina voz.

-Bastante – respondí sonriendo.

-Creo que ya nos conocemos – dijo quitándose las gafas de sol permitiéndome ver por completo su cara. Tenía una expresión que alegraba a los que lo  rodeaban. Transmitía un aura de felicidad, y eso me gustaba.

Me senté en el suelo y éste repitió mi acción. A lo tonto, empezamos a contarnos nuestra vida.

POV Sally

¿Y yo que hacía ahora? Celia estaba hablando con un chico moreno y las otras tres se marcharon a algún lugar. No tenía pensado moverme de allí puesto que me daba miedo perderme.  Tuve malas experiencias en el pasado relacionadas con la orientación. Intenté unirme a la conversación de los chicos restantes. Discutían sobre que material del minecraft era mejor. Giré los ojos y me levanté en busca de algo que me entretuviera. Divisé un gran espejo en la pared de la habitación y me acerqué a él. Miré mi reflejo. Mi sudadera ancha blanca me llegaba hasta la mitad del muslo. Mi melena pelirroja estaba recogida a un lado.

-Estás muy guapa, no te preocupes – me giré sorprendida hacia mi espalda.

-Soy Samuel, un placer conocerte.

POV Sofía

-RUBÉN TE VAS A MATAR– dije abrazando mi barriga riendo fuertemente por el espectáculo del gran Rubius.

-¡Y ahora, el salto más perfecto que hayáis visto en vuestras vidas! – dijo levantando los brazos.

-¡El saltamontes rosa! – exclamó Elvisa posicionándose delante de la cámara que sostenía Ismael.

-¡No!  - se oyó una voz a lo lejos.

-¡EL CHETO VOLADOOOOOOOOR!

Cheeto corrió hacia el rubius y saltó por encima de su cuerpo. Rubén no paraba de decir “OU SHIT OU SHIT” vino hacia mí corriendo y me abrazó. Me quedé estatica en el lugar y volví la cabeza hacia atrás para verle alejarse con los demás. Se giró y me dedicó una sonrisa. Definitivamente, aquellos días los recordaría siempre. 

the youtuber camp. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora