Ámame, MinSeok [XiuBaek]

Capítulo dos: Conociendo a los Byun.

Kim MinSeok

Kim MinSeok quiere mucho a su padre, Kim JaeJoong, y a su pequeño hermano de seis años, Kim JongIn. Pero la actitud de su progenitor le irrita ¿Por qué? Porque su padre, pese a ser un adulto con dos hijos a cargo es un maldito desgraciado e irresponsable que ahora, a sus 47 años, decide vivir la vida, y para ello ha programado un largo viaje... dejándolo a él, su hijo mayor, a cargo de su pequeño hermano ¿Es qué no se daba cuenta que iban al colegio, que debían comer, que su hijo menor no necesitaba un hermano sino un padre?

Las ganas de gritar que sentía MinSeok eran tal que cuando esa tarde, al salir del colegio, su padre le comunica que irán a cenar a la casa de un viejo amigo, actúa como el adolescente maduro que es, es decir, decide morderse la lengua. Su día ya había sido bastante agotador como para ponerse a discutir con su padre mientras éste conduce. Para colmo, un chico con aires de diva se le había declarado frente a todos en el comedor, es decir ¿Podría suceder algo más vergonzoso que eso? MinSeok lo duda.

—Hyung —le saluda su hermano ubicado en el asiento trasero con su siempre alegre sonrisa. La sonrisa de JongIn es de las pocas cosas que controlan al mayor.

—¿Cómo estuvo el colegio, pequeño Nini? —Nini era el sobrenombre que le había puesto. Una herencia dejada por su difunta madre.

—Muy bien, hyung.

MinSeok, un poco más tranquilo, se obliga a mirar a su padre y preguntarle por su día.

—Bien... —Le responde el hombre. Sin embargo, MinSeok se percata de cómo su pequeño hermano clava sus ojos sobre sus pies.

—Papá —Pronuncia MinSeok con cautela —¿Pasa algo? —Su padre no podría estar a punto de terminar de arruinar su día ¿O sí?

—Debes sentirte orgulloso de tu padre, MinSeok. Pensé mucho en las palabras que me dijiste ayer, sobre lo mal padre que estoy siendo al querer dejarlos solos...

MinSeok se sorprende, pues no puede creer que su padre haya entrado en razón y que, por primera vez en su vida, haya contribuido a mejorar su estado de ánimo. No obstante, esa sensación desaparece con las siguientes palabras de su padre.

—Los dejaré al cuidado de un amigo, de hecho, vamos hacia allá. Les caerá excelente. Además, tiene un hijo de tu edad, Minnie. Y pronto, muy pronto, su pareja se mudara con él, y tiene otro hijo. Oh, y no deben preocuparse, hice sus maletas y las traigo en el baúl.

La quijada de MinSeok cayó hasta el piso. Su padre no tenía cerebro alguno ¿Verdad? ¿A eso le llamaba intentar ser un buen padre? Definitivamente JaeJoong estaba loco. Muy loco.

MinSeok esta vez no iba a quedarse callado. No señor. Pero en cuanto abre sus labios para discutir con el padre del año, es la voz de su hermanito la que se escucha llena de pena.

—No es justo — se queja con un puchero en sus labios JongIn —¿De mi edad no hay nadie? ¿Por qué nunca piensas en mí, papá? —El corazón de MinSeok cae al suelo. Una de las cosas que más odia en el mundo es cuando JongIn sufre por las actitudes del maldito irresponsable JaeJoong.

Uno, dos, tres, cuatro... empieza a contar MinSeok dentro de su cabeza. Sin duda, lo peor que puede hacer en ese momento es discutir frente su pequeño hermano, el pobre ya tiene suficiente con la idea de que su padre no buscó un niñero con hijos de su edad. ¡Pobre e inocente JongIn! Y sí, MinSeok cree que es mejor que siga así, sin ver la verdadera gravedad del asunto.