Un Poco Bizarro [JinTae +18]

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-Pero, ¿a dónde vamos?- preguntó Jiah tirando de la mano de Tae.

-¿Quién va a venir a recogernos?- preguntó Han, rebotando con entusiasmo y tirando de su otra mano.

Taehyung miró entre sus caritas emocionadas e hizo una mueca en su interior. Esta era una idea terrible.

-Un amigo- dijo, eligiendo responderle a Han, ya que no tenía idea de a dónde se dirigían. Simplemente sabia que irían a ver al padre de su profesor.

Parecía que Kim y su padre tenían desacuerdos, por decirlo suavemente, así que Taehyung dudaba que fuera a ser una cálida reunión familiar; incluso sin tomar en cuenta el hecho de que Kim le estaba llevando sólo para molestar a su padre.

Arrastrar a Jiah y a Haneul en esto no era una buena idea, pero por otra parte... tres mil dólares. No tendría que preocuparse de los salarios de la señora Lee durante unos cuantos meses.

-¡¿Es él?! ¡¿Es él?!- Han rebotaba poniéndose aún más emocionada mientras señalaba al Mercedes negro que se había estacionado en el frente del edificio.

-Probablemente- dijo Taehyung - Vamos-

Él tomó su maleta y agarró a Han con su otra mano. Se podía confiar en Jiah para que se quedara cerca y no corriera a cualquier lugar; En Han, no se podía.

Las puertas del Mercedes se abrieron cuando llegaron a él.

Taehyung se sorprendió al encontrar que Kim ya tenía asientos de seguridad para niños instalados.

- Qué tal- le dijo a Kim, sintiéndose torpe y fuera de balance. Nunca se supuso que Kim conociera a sus hermanas.

- Jiah, Haneul, saluden al Señor Kim-

-¡Yo no soy Haneul!- dijo la niña cerrando los ojos con fuerza y haciendo un puchero.

Taehyung ocultó una sonrisa.

- Jiah y Han, saluden al señor Kim-

-¡Hola, señor Kim!- dijeron juntas y Taehyung sintió una oleada de orgullo. Ellas solo tenían cuatro, pero eran muy inteligentes y hablaban claro. Parecían angelitos de cabellos dorados, sonriéndole tímidamente al hombre. Cualquier persona con un corazón les habría regresado la sonrisa.

Al parecer no Kim Seokjin. Kim estudió a las niñas como si fuesen especímenes de otro planeta antes de asentir débilmente y girar de nuevo hacia Tae.

- Acomodalas en las sillas. Yo pondré tu maleta en la cajuela - Fue una orden completamente innecesaria.

Le retiró sus pertenencias y Taehyung sólo rodó los ojos preguntándose qué había vuelto a Kim un monstruo del control.

Para el momento en que las niñas estaban aseguradas en el asiento para niños, Kim había vuelto al asiento del conductor.

Taehyung miró a las niñas por última vez antes de cerrar la puerta con cuidado y tomar su lugar de copiloto.

- Antes de irnos, quiero dejar algo claro- dijo Taehyung, bajando la voz para que las niñas no pudieran oír.

- Sé muy poco acerca de su familia, pero no crea que voy a permitirle arrastrar a las niñas en sus problemas parentales. Si alguien les trata mal, nos iremos. ¡A la mierda el dinero! ¿Lo entiendes?-

Kim lo miró por un momento.

-Nadie va a tratarlas mal- dijo antes de inclinarse, agarrando la barbilla de Tae acercándolo y cubriendo los labios de éste con los suyos.

Taehyung frunció el ceño no era ni el momento ni el lugar pero Kim sostenía firmemente su cara evitando que el pudiera echarse atrás para escapar, sus labios fuertes y hambrientos eran cálidos, su lengua profundizaba en la boca de Tae.