a p r è s

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El tiempo lo cura, al menos eso dicen todos, lo que dicen todos, el hubiera, el dolor, el pasado, el presente.

YoungJae sorprendentemente había salido del dolor amoroso de separse de JaeBum, terminado de una manera extraña con su amigo Jackson y ahora que eran lo suficientemente adultos para casarse lo iban a hacer, Mark estaba completamente feliz, los había visto desarrollarse como pareja y podía asegurar que ambas partes estaban totalmente enamoradas.

Como deseaba tener un amor así, tan dulce y lindo, quizá no perfecto y sacado de algún lado cliché, pero algo estable, en dónde se sintiese cómodo y feliz, dónde pudiese ser el mismo, los envidiaba, pero al mismo tiempo estaba feliz por ello, quizá era parte del karma que le había tocado pasar, pero no importaba más, sólo seguir con su vida, apoyar a aquellas partes que se habían vuelto muy importantes para él, porque no sólo Jackson era su amigo, sino también su novio, Choi era alguien muy lindo, amable, casi podía escupir con orgullo la palabra perfecto.

Aun a veces le era difícil verlos, se le revolvía el estómago de pensar en lo que había ocurrido, y a pesar de que YoungJae lo había perdonado, aún sentía esa carga emocional.

El hubiera.

Aun en sus pensamientos se escurren esas ideas, otras salidas, ¿Que si hubiese dejado que JaeBum se quedase a su lado? ¿Que si nunca se hubiese metido con él? pero, no podía cambiar nada, todo lo ocurrido, todo su presente solo eran consecuencias de su pasado, y ya nada de eso podía cambiarlo.

-¿Cómo me veo?- preguntó Wang mientras intentaba acomodarse el moño del traje, Mark soltó una risa y negó, acercándose y volviendo a hacer el nudo.

-así esta mejor.- sonrió, dándole unas palmaditas en el pecho, señal de que era tiempo de moverse, Jackson se miró un par de segundos antes de hacer le caso y prepararse para su momento especial.

-¿Aun lo extrañas?- cuestionó, Mark de inmediato supo que se refería a su ex compañero.

-A veces.- respondió.- solo me preguntó en el hubiera.

-Dicen que para conocer al amor de tu vida tienes tres oportunidades.- comentó, acomodándose el cabello, captando la atención de su padrino de bodas.- supongo que apenas perdiste la primera, aun quedan dos chances.

-Nadie dijo que JaeBum fuese el amor de mi vida.- se mofó.- eso fue de hace mucho, ya no somos unos niños tontos, quizá ni siquiera he llegado a la primera.

-No lo sé.- respondió.- yo creo que el era, había algo especial, una chispa entre ustedes, no tan encantadora como mi relación con Jae, pero... había algo, al menos eso yo recuerdo.

Tuan negó, optando por dejarlo así y empujándolo a la salida porque la ceremonia estaba a punto de comenzar.

El lugar dónde se llevó acabo la ceremonia simplemente era maravillosa, parecía un castillo antiguo, realmente se habían lucido con todo, parecía todo sacado de un bello cuento de hadas.

El salón dónde ahora residían para la fiesta era elegante, parecido aquel salón dónde la bella y la bestia bailan juntos, así de irreal y magnifico era. Todos los invitados lucían encantados, dando felicitaciones a la feliz pareja de recién casados, y ellos, para la linda pareja simplemente no había palabras, parecían más enamorados que nunca, Jackson a cada segundo sacando a la luz aquella risa que alegraba a muchos, besos castos y un ambiente que se antojaba a enmarcarlo.

Jackson tomó a su esposo, llevándolo a la pista, obligandolo a bailar con él, 'su primer baile como esposos' ,oía decir a los invitados, Mark se quedó quieto, viéndolos, para después ver como algunas parejas más se unían.

Tan romántico.

-¿Me permite esta pieza?- escuchó cerca de su oído, seguramente era para alguien más, así que lo ignoro.- no pensé que los años te hicieran sordo, Mark.

El mencionado se quedó quieto, abriendo los ojos desmesuradamente y luego observó a lo lejos como Jackson lo miraba con aquella mirada cómplice, esa misma mirada que uso cuando los iba a dejar adentro de aquel armario.

Sus mejillas ardieron, y luego volteó a ver el rosto de JaeBum, más maduro, aun con aquella misma esencia juvenil, se atrevería a decir que se veía mucho más guapo, quizá era efecto de no haberlo visto por mucho tiempo.

-¿Bailamos?- preguntó, extendiendo su mano, con aquella sonrisa dulce y acaramelada que alguna vez llego a ver cuando eran jóvenes.

Algunas cosas, pueden estar destinadas, escritas, hechas por nosotros mismos, no importa cómo ni el porqué, sólo hay que aprovechar esos momentos pequeños de luz.

-Te extrañé.

-Yo también.

[...]

Ya, creo que ya no quedo tan kk con esto, so espero que les haya gustado y ahora si le daré el completado. TT

de verdad espero les guste.

gracias TT nos leemos luego.

cheat u; 2jae; markbumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora