El aroma de su cuerpo le atraía, era la flamante flor que desafiaba a las demás con su belleza, y el mismo sol parecía ser consciente.
Y cuando la vio, inclinarse ante una rosa, acercándose sin saber a el, tembló del miedo, sintiendo que el mundo le volvía a dar a su esposa, pero ella solo se quedaba quieta examinandola, y tomándola entre sus palmas inhaló, cerrando los ojos disfrutando.
El viento había soplado y su aroma, su delicioso aroma parecía quitarle la cordura, tomando paso firme, dejando que el sol empezará a arder en su piel, para envolverla en sus brazos, que aunque ella grito despavorida, le fue cubierta la boca y llevada entre los árboles donde el fue resguardado.
Las sombras ocultaron sus ojos, pero la pelirroja no se hizo de esperar y tratando de golpear detuvo su ataque al ver al hombre que amaba...
—¿Kazuto? —pregunto, cómo si eso fuera un sueño y la impresión solo le dejara formular pocas palabras —¿Eres tú?
Acerco sus manos a el, y el alejo su rostro de ella, no permitiendo que le tocará, sintiendo el frío susurro de soledad, por haberla rechazado...
—Kazuto...
Corrio a su esposo, sintiendo como sus brazos tardaban en responder, pero que con inseguridad la abrazaron, enterrando su rostro en su cuello, mientras los espasmos le recorrían el cuerpo, dejando que sus sollozos resonarán entre el canto de las aves.
Las hojas se mecian, y el latido de ella parecía vibrar en sus oídos, abriendo sus ojos asustado, sintiendo que su boca se abría y con brusquedad le mordia el cuello.
El color de sus ojos, antes gris... Se mezclaron del vivo de la sangre...
Trato de alejarse pero ella lo acerco, acariciando sus suaves cabellos, cuando su vida se iba lento...
Cuando la fuerza de sus brazos se iba disminuyendo y caían a ambos lados, y sus ojos se hallaban cerrados pero con la sonrisa que pintaba su rostro...
¿Fin?
Bueno, eso depende de ustedes.
Keyla S.
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Rosas de un desconocido #SAOF_Kiriasu
FanfictionY los pétalos despedían la fragancia más exquisita que alguna vez hubiese olido, porque aquel olor... era la fragancia del amor. Las cartas eran los espejos de unos ojos enamorados, que con sus dedos las palabras de su corazón extrajo.