Del Otro Lado del Universo

Capítulo 2

Estoy en mi recamara y me llega el olor del desayuno, supongo que hoy nos toca el clásico desayuno ingles. El plato inicial consta de cereal o avena con leche. El plato fuerte la mayoría de las veces incluye huevos fritos que también pueden ser revueltos acompañados de jamón, tocino o salchichas asadas al horno. Por último el postre puede ser una porción pequeña de tarta de manzana o un sticky toffee que suele acompañarse con crema de vainilla o bien con una bola de helado siempre con su salsa de toffee caliente. Y de bebida solemos beber te negro. En este siglo sólo los de clase alta y media alta tenemos el privilegio de seguir alimentándonos con comida pues los de clase media baja y y baja se tienen que alimentar con unas pastillas que son costosas cada tres días, pues no hay suficiente alimento para todo el planeta Tierra. 

No hay mucha luz en la habitación, pero los rayos del sol se reflejan por la pequeña ventana que esta en la esquina de la habitación que comparto con mi hermano menor Mike. Mi hermano de piel pálida, cabello negro y ojos color esmeralda está sentado en la silla donde habitualmente se sentaba nuestra tatarabuela. Se encuentra jugando con plastilina. Se me revuelve el estomago y empiezo a recordar cuando mis padres me dijeron que mi tatarabuela  Abigail había fallecido, aunque ella tenía 115 años parecía que apenas tenía 90 años puesto que aún no lucía como una anciana. Recuerdo que yo no quería ir a su funeral pero mis padres me obligaron a hacerlo. Cuando ella murió yo apenas tenía 12 años y recuerdo que ese día trataba de ser fuerte y no llorar pero no podía. Simplemente no me podía imaginar mi vida sin ella. En el velatorio mi mamá me dio un chocolate amargo para que me tranquilizara, pero eso fue lo peor que pudo hacer porque me vinieron recuerdos de cuando era pequeño y que ella casi siempre cuando yo regresaba del colegio me recibía con un chocolate. Pero en fin, intento pensar en otra cosa para no recordar aquel triste momento. 

Mi hermano se acerca y me da un abrazo y realmente me sorprende pues el es un niño muy serio que casi nunca habla y siempre esta apartado. Me ofrece un poco de su plastilina para que los dos juguemos. Empezamos a hacer diferentes tipos de figuras y así logro olvidar lo de mi tatarabuela.

—¿Sabes? — le digo a Mike. —Los demás se la pasan diciendo que eres un niño muy raro. Nunca hablas y en las reuniones familiares siempre estas apartado de los demás. Debes cambiar tu actitud y ser sociable, tal vez así los demás serían mas amables contigo —. El sólo asiente con la cabeza, tampoco esperaba yo una gran respuesta. Con los que mas habla es con nuestros padres, pero incluso con ellos no mantiene conversaciones muy largas. Mis padres creen que el tiene un problema y lo han llevado con distintos especialistas pero ellos dicen que no tiene nada y que esta completamente sano.

Me puedo dar cuenta que hoy va a ser un día muy frío y realmente eso me impresiona pues apenas estamos a mitad de otoño. Dejo la plastilina sobre el escritorio que esta en la esquina de la recámara y le digo a Mike que bajemos de desayunar. Ya que estamos abajo me doy cuenta de que efectivamente desayunaremos al estilo ingles y siento el frío. Empiezo a probar el cereal con leche.  —¿Estas nervioso por tus exámenes finales?  —me pregunta mi papá firmemente.  —La verdad no  — le contesto, pero se que es mentira pues en realidad si he estado muy nervioso estos últimos días, pero si se lo digo a mi papá solo lo preocupare.

   —No te preocupes hijo, tu madre y yo confiamos en ti y sabemos que lo harás bien y que tus resultados serán excelentes como siempre. Termina de desayunar y vete a dar un baño y si quieres te puedo llevar a la universidad y en el camino podemos ir repasando. 

   —Esta bien. 

Mi papá se me queda mirando fijamente. Me volteó pues no me gusta que me miren de esa manera. Pero por una parte siento que esta bien que me mire de esa manera pues en la evaluación habrá aproximadamente cinco maestros que me miren así durante casi una hora.

Si saco un 8 o un 9 estaré satisfecho. Me gustaría poder sacar 10, pero es prácticamente imposible.

Estamos casi al final del último semestre de nanomedicina. Tengo que presentar y aprobar los últimos exámenes para poder graduarme, eso realmente no me preocupa por que estoy seguro de que lo haré. Lo que me tiene realmente asustado es la evaluación que me harán para poder viajar a Fontus. Aunque tengas 24 años, si no pasas esta evaluación tienes estrictamente prohibido visitar el Otro Mundo, pues otro de los requisitos para visitarlo es que apruebes este examen. Durante los últimos meses he estado practicando lo que creo me podría preguntar. Siempre he sido buen estudiante. 

La evaluación es necesaria para que los maestros te digan que regiones de Fontus tienes derecho a visitar y son las mas apropiadas para ti. También con esta te asignan un grupo y hacen todo lo posible por que los grupos sean con estudiantes que hayan contestado lo mas similar posible entre ellos. Eso se hace para evitar la diferencia entre alumnos y que no haya problemas.

Alguien toca el timbre de la puerta. Así que me levanto de la mesa para ver quien es. Veo a mi hermana Isabelle que viene sin su esposo. Casi tiene 26 años, es alta y muy delgada. Es muy parecida a mi madre.  Me alegro de verla, pues desde que se casó y se fue a vivir con su esposo no la veo tan seguido como antes. 

Mi hermana entra a la casa y mis papás la reciben  con un fuerte abrazo. Mi hermano sólo se le queda viendo. Ella hace poco visito Fontus, pero no nos dio muchos detalles acerca del viaje pues eso esta prohibido por el gobierno. Respiro hondo y me dirijo a mi habitación para darme un baño y posteriormente irme a la universidad con mi papá.

Mientras me baño pienso en que pasaría si no pasara la evaluación. La tengo que aprobar porque o si no, no tendré la oportunidad de visitar Fontus de nuevo hasta que cumpla 30 años. 

Salgo de la regadera y escucho que abajo mis padres y mi hermana están discutiendo. No se que pasa.