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Ross Lynch

El cigarro en mis labios no funcionaba para disminuir el estrés, suelto el humo gris para tirar mi décimo cigarro, e iba por mi décimo primer cigarro. 

Porque si las paredes pudieran hablar, el ya estaría bajo tierra rogando regresar y pedir perdón por sus pecados. 

No estaba bien lo que estaba haciendo y estaba consciente de esto, Amanda dormía plácidamente mientras yo tenía mis pensamientos ocupado, no en ella, sino en Aria Dumont. 

Mi pequeña. 

Era de madrugada y yo lo único que deseaba es poder recibir un maldito mensaje de Aria, mientras ambos recuperaban sus bellas madrugadas, porque sus favoritas eran con ella. 

"Licor y cigarros, ¿Afectado por tu familia?" Cierro los ojos al escucharla, me giro a ella mientras daba el ultimo trago y la ultima calada, y los alejaba de mí. 

"Algo así, lo siento si te desperté."

"Descuida, ve a tomar un baño, quítate ese horrendo olor."  Amanda se acerca a mi para pasar sus brazos al rededor de mi cuello, besa la comisura de mis labios. "Te espero en la cama."

Ella se aleja y lo único que puedo seguir pensando era en ella. Debía de hacer algo al respecto era horrible estar pensando en ella teniendo una hermosa esposa, pero era imposible borrar esa sonrisa de mi mente, una hermosa sonrisa que no había causado yo, sino que el maldito de Liam Payne. 

"Demasiado jóvenes y tontos para saber algo del amor."


(. . .)

"¿Y como están los Dumont?" Pregunto y mamá me mira con una sonrisa "Saludamelos cuando puedas."

"Por supuesto cariño, ellos están de maravilla a decir verdad, de hecho tu padre y yo pensamos ir a pasar unos días con Julie y su esposo."

"Fabuloso mamá." 

"¿Quienes son?" Pregunta Amanda mientras tomaba un sorbo de café que mamá le había servido. 

"Una familia encantadora debo admitir Amanda, nos conocemos hace ocho años si mi calculo no me falla."

"Espero poder conocerlos."

Yo no esperaba eso. 

"Tres de la tarde y hace un frío horrendo."Rydel entra con muchas bolsas a la cocina junto a Leah. "Lo que nos pediste."

"Surtimos más la despensa Stormie."

Leah deja unas bolsas en el suelo y camina a saludar a papá y mamá.

"Siempre un encanto."

Leah nos mira a nosotros y sonríe.

"¿Que tal la estadía en Los Angeles?" Leah se acerca a mi y me saludo, le sonrío, ella camina hasta Amanda y la abraza levemente. 

Y me sorprendo. 

Leah estaba muy feliz. 

"Muy buena, extrañaba Los Angeles."

Over AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora