VIII

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Ross Lynch

Eran exactamente las doce de la noche y yo puedo ver como las luces de la casa de mi pequeña se apagan, aprieto el volante con mis manos al ver por la ventana de su habitación a Liam acariciar los brazos de Aria, ruedo los ojos al ver como se paraba a apagar las luces de su habitación. 

Había terminado de hablar con Aria luego de nuestra discusión cerca de la cafetería en donde se encontraba, de hecho yo no tenía intenciones de encontrarla en ese lugar, simplemente había discutido con su esposa y recordaba la cafetería en donde solía ir cuando era un adolescente, encontrándome la bella sorpresa que ella se encontraba tomando un café, sola. 

Seguía hermosa, como la ultima vez que la vio, el ultimo día, el día en que la abandono. 

Los dos teníamos un caracter fuerte, y podíamos discutir mucho, al principio no tenía intenciones de acercarme a ella pero luego de lo que le dijo su ex suegra, había quedado con unas cuantas dudas. 

Y tenía que descubrir si esa niña que tanto hablan era su hija, tenía que saber su edad para hacer sus propias cuentas, y saber si tiene una hija.

Quería intentar todo de nuevo. Y si resultaba cierta su sospecha, haría todo lo posible por comenzar de nuevo todo lo relacionado con su Aria y su hija. 

Al ver que ya nadie encendía una luz suelto un suspiro para encender mi auto y sabía justamente a donde ir a conseguir respuesta, e iba a pedir perdón por ir hacer escándalo a estás horas, pero necesitaba respuestas inmediatamente. 

La botella de licor que había comprado se había acabado, ruedo los ojos para colocarla en el asiento del copiloto, muevo los papeles de la guantera para sacar la caja de cigarros. 

"¿Donde estas?"

12:14 am.

"Dormiré con mi familia, descansa estaré contigo por la mañana."

"Con cuidado, te amo mucho."

Que Dios tenga misericordia de mi por mentirle a mi esposa, pero necesitaba respuesta, necesitaba saber si su ex novia era capaz de mentirle, si era tan maliciosa, si le había ocultado a su hija. 

Dejo mi celular en el asiente trasero del auto para poder girar el volante en dirección a la residencia de los Lynch, y era claro que estaría a oscuras, eran casi las doce y media de la noche, y rogaba que su madre no lo mandara a la mierda por lo que estaba apunto de hacer. 

Suelto el humo gris para salir de mi auto, el portón de la residencia se cierra luego de entrar, salgo del auto para correr hasta la casa, meto mi mano en mi pantalón para sacar la llave, enciendo las luces cuando me adentro a la casa. 

"¿Pueden explicarme porque mierda se siguen viendo con Aria Dumont?"

Grito, llevo de nuevo el cigarro a mi boca, ruedo los ojos al no obtener respuesta. 

"Lo siento por venir a interrumpir su jodido sueño, pero necesito respuestas, y ustedes tienen que dármelas."

"No cigarros, Ross."

Mamá y papá son los primeros en bajar, pero mis padres no sabían nada de esto. 

"Lo siento, pero es lo único que puede tenerme un poco en control." Papá se acerca a mí para arrebatarme el cigarro y caminar hasta la cocina con él. "Necesito que mis hermanos bajen."

"Es más de media noche, debes de irte cariño, estás borracho." 

Mamá se intenta acercar a mí, se lo impido. 

Over AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora