私は成長し続ける。。。

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(créditos al artista de la imagen de arriba) ¡Hola de nuevo! Hoy entré a Wattpad para leer algo de Kimetsu no Yaiba y cuando me termino la historia voy y checo mi perfil ¡y ya somos más de 100 seguidores! Muchas gracias por todo su apoyo y su atención, de verdad ni sé cómo demostrar lo agradecida que estoy, pero dejemos la chichara de un lado, y comencemos con este nuevo capítulo traído con amor (。'▽'。)♡

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Shu como era de notarse, estaba empezando a tener cambios, como el alfa joven e inexperto que era, no estaba acostumbrado a sentirse tan atraído hacía un omega, el joven solo buscaba amistad en ese entonces y no buscaba una relación en sí, pero algo había en el chico de ojos marrones que lo atrapaba, algo no muy normal en el muchacho.

Lo normal era que Shu se atraería por una mujer omega, pero ¿de un chico? No es que el fuese homosexual, y claro el apoyaba a la comunidad, pero no se sentía como parte de ella. Pero pues eran cambios, y Shu totalmente lo sabía.

El, como todos aquí sabemos, es un joven bastante tranquilo, y raramente se comporta de una manera agresiva, pero lo raro aquí es que Shu ERA MENOR que Valt, y eso lo sabía muy bien; a Shu le sacaba de onda el hecho de que estaba experimentando la pubertad mucho antes que Valt, pero también es cierto que todos tenemos cuerpos distintos y cada quien crece a su manera y a su tiempo.

Shu se encontraba en frente de la casa de Shirasagjiou, ¿la razón? El joven de cabellera azul flamante sabía y tenía información sobre los tranquilizantes para alfas, porque nunca habría otro motivo por la cual Shu fuese a la casa de Lui.
Shu cortésmente contestó cuando el secretario y también mayordomo principal de la casa de los Shirasagjiou cuando le preguntó que a qué se debía su visita.

S: Quiero hablar con Lui Shirasagjiou por favor.

El mayordomo respondió que el joven Lui no se encontraba en casa, y que lo fuese a buscar al gimnasio del equipo Potencia.
Shu, con gentileza se retiró de la mansión de los Shirasagjiou y fue directo al gimnasio. Lo único que tenía en mente era conseguir los tranquilizantes para poder mantener a Valt salvo de sus insinuaciones.

Cuando el joven peliblanco llegó al lugar, no preguntó ni nada, se metió como perro por su casa al lugar en donde Lui se encontraba, lo conocía demasiado bien que sabía exactamente donde estaba.
Las puertas se abrieron, y como se esperaba de Lui, estaba entrenando su fuerza con la palanca con la que suele entrenar.

S: Lui, tenemos que hablar.

L: ¿Heh? ¿Qué quieres? ¿Una batalla? No me apetece por el momento.

S: No, quiero que me des información sobre los tranquilizantes para alfas, de verdad los necesito.

L: Ah, eso, ¿pero acaso tienes el dinero para conseguirlos?

S: Buscaré la forma, pero vamos Lui, de verdad estoy harto de ver a Valt y ponerme cachondo cada vez que lo veo.

L: Yo no le veo el problema, Valt quizás sea un mocoso, pero de que me lo tiro, me lo tiro.

S: Cállate, enfermo.

L: Bueno, ya recordé que te da envidia que tenga las mismas ganas que tu de follarme a ese chiquito sin agallas.

Mi gato Blader... (Shu X Valt) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora