Fat [Yoonmin/Jimsu]

7. Incertidumbre

Los jadeos y suaves gemidos estaban siendo cada vez más fuertes, unos labios hinchados y rojos dejaban escapar sonidos deliciosos, la imagen del dulce chico era irresistible, el suave chapoteo aumentaba y sus movimientos alcanzaron una especie de frenesí al mirar a su abdomen, como aquella pancita se movía ondulante debido a la fuerza con la que lo follaba. Yoongi la suave voz lo llamó estremeciéndolo, alzó su mirada para encontrarse con unos hermosos ojos color ámbar con pequeños destellos verdes que parecían danzar suavemente siguiendo a la luz. Yoongi, v-voy a correrme aquellos hermosos ojos lo miraron con deseo, y sabía que él tenía la misma mirada cuando contestó yo también, hazlo bebe, en ese momento hilos de esperma salieron disparados manchando su pecho ¡oh, dios! te deseo tanto. Y con ello su orgasmo se arrastró por su cuerpo.

Despertó debido al insistente pitido de su alarma, perezosamente lanzó su brazo para callar la maldita cosa, en medio de la bruma del sueño se preguntó con una ligera sonrisa porqué demonios se sentía tan aliviado y... satisfecho. Sus ojos se abrieron de golpe y se sentó tan rápido como le fue posible y sintió pegajoso su abdomen... MIERDA

Había tenido un sueño húmedo, se sintió como si fuera un puberto otra vez.
Su rostro se coloreó de un fuerte rojo, sentía su cara caliente mientras se dirigía al baño para sacarse la suciedad de encima.

Somos un asco el tono de arrepentimiento de su pantera no paso desapercibido por Yoongi

Después de limpiarse y vestirse salió de su cuarto completamente abatido por básicamente haber ultrajado los dulces y puros sentimientos que tenía por Jimin, se supone que el sentía una genuina admiración a la belleza de Jimin y ahora había manchado esa admiración con sucios deseos carnales.

-Wow que cara tan hermosa traes el día de hoy bebé

-Tu sarcasmo no ayuda hoy Geumjae

-¿Tú despreciando mi sarcasmo? Vaya en serio estas mal, dime ¿qué es lo que está tan mal? - Su hermano mayor dejó su desayuno justo frente a él y tomando asiento a su lado para escuchar lo que tenía que decir

Suspiró derrotado, nunca le había ocultado nada a su hermano, el era quien siempre lo apoyaba sin importarle la opinión de los demás, gracias a él aprendió a tocar el piano, gracias a su hermano a pesar de que sus padres ya no estaban y no había tenido amigos, nunca se sintió solo, el decidió cuidarlo cuando el resto de su familia no quería tener nada que ver con un niño marica sin futuro.

Sin mirarlo comenzó a soltar todo lo que había pasado durante las últimas semanas y como lo mortificaba haber trasgiversado los dulces sentimientos que comenzaba a tener por el panda, siempre se había jactado de su condición, pues de esa manera cuando se enamorara lo haría de manera pura, pues no se sentiría cegado por la lujuria y ahora se sentía asqueado de si mismo.

-no creo que sea malo ¿sabes?, no me mires así- le dijo en cuanto volteo a verlo como si le hubieran crecido dos cabezas- mira, siempre me pareció que tu condición no era biológica sino mas bien psicológica cuando saliste del closet todos dijeron cosas hirientes - Yoongi recordaba muy bien los comentarios sobre cuanto le debían de gustar las pollas después de haberlas probado como la puta que seguramente era, a el realmente no le interesaba si eran hombres o mujeres, siempre pensó que le gustaban más las chicas pequeñas, pero estaba muy cansado de justificarse, porque en primer lugar nunca debería hacerlo- y yo pensaba que tu condición era como consecuencia de quererles probar que podías enamorarte de un hombre sin sentirte "cegado por el sexo", ahora has encontrado a un chico que es irresistible sexualmente, como habías negado durante mucho tiempo esta parte de ti mismo es obvio que te has tardado en reconocer la atracción que sientes por este chico, creo...- su rostro reflejó cautela cuando las siguientes palabras dejaron su boca- creo que te sentiste tan atraído por el que te aliviaste al ver que también te gustaban rasgos de su carácter, creo que por eso no te tomó mucho tiempo aceptar que te gusta, y también por eso mismo bajaste la guardia lo suficiente como para resquebrajar el muro en el que contenías tus propios deseos