Capítulo 4
EncuentroEsas palabras me llenaron de emoción, pero al mismo tiempo un escalofrió recorrió mi espalda así que quité mi mano rápidamente y las puse sobre mis piernas.
- ¿También eres un acosador? – Le pregunte mientras mantenía mi vista sobre mis manos-
-Ya te lo dije soy policía, perdón si te incomodé, no era mi intención- Su mirada se fijó en el camino-
-Que curioso, algo parecido me dijo aquel supuesto asesino- Mi corazón se aceleró al recordar todo-
-La diferencia es que yo no soy un asesino.
-Si lo eres...si matas a alguien te conviertes en un...
-¡Guarda silencio!, gracias a este asesino sigues con vida -No dejo que terminara la frase y al analizar sus palabras, él tenía razón yo seguía viva gracias a el-
-Lo siento -Fue lo ultimo que dije y decidí mantener la mi boca cerrada-
-No te disculpes, quien debería disculparse soy yo por contestar de esa manera, de igual forma la mayoría de la gente seguro comparte tu idea y todos son libres de pensar como les plazca ¿no crees?
-Eso creo...
Tardamos justo los quince minutos en llegar, yo seguí sintiéndome incómoda pues había algo en el que me intrigaba demasiado. Aparco el carro y baje rápidamente del automóvil.
-Bueno aquí es, ¿tiene una vista hermosa no?
Me fijé con detalle y era verdad, tenía una hermosa vista, aunque parecía más un bosque que un parque, había un camino de piedra decorado con las flores que caían de los arboles, a su alrededor también había jardines muy grandes, llenos de flores de todos colores, rosas, amarillas, rojas, verdes, incluso purpuras, a lo lejos pude observar un pequeño río el cual sobre el había un puente de madera pintado de rojo, el clima era perfecto, el olor a tierra mojada combinado con un toque de humedad, con pequeños rayos de sol atravesando los arboles, los pájaros cantando y el sonido del agua fluyendo me pareció muy relajante . Las familias que se encontraban en ese lugar parecían tan felices, riendo y comiendo, mientras observaban a sus hijos jugar.
-Venga recorramos el parque sé que te gustara -Dijo y comenzó a caminar por aquel camino de piedra-
-Vale vamos – afirme y fue cuando comenzó el recorrido-
Caminamos por diez minutos aproximadamente, el paisaje era tan hermoso que me olvide por un instante que venía acompañada.
- ¿No hablas mucho verdad? -Se quedó parado a un lado de las bancas que había cerca -
-Ah... perdón es que quede maravillada y quise disfrutar un poco de la paz que me trae el lugar- Di un suspiro y me senté-
-Vale no te preocupes, me alegra que al fin tengas paz- Se sentó a mi lado y noté como su vista estaba enfocada en los niños que jugaban alrededor-
-Oye... ¿puedo hacerte una pregunta?
-Claro, dime -Me miro con extrañeza-
- ¿Porque te convertiste en policía? -La verdad tenia curiosidad ya que era un chico muy joven como para arriesgar su vida en esa profesión-
-Es una larga historia – El respondió de manera seria y fría-
-Hagamos un trato yo te pregunto, tu respondes y viceversa, ¿te parece? -Mi curiosidad había aumentado al ver su expresión de hace unos instantes-
-Mmm... Me parece justo, el juego termina hasta que uno de nosotros ya no...
Solo vi como un chico lo embistió por la espalda y vi sus cuerpos caían al suelo y note como el cuerpo del agresor aplastaba el cuerpo de Kaito, me levante confundida, no sabía si correr o ayudarlo ya que la mayoría de las veces las personas quieren matar a un policía y no sabía si ese era uno de esos casos, gire mi vista y entonces vi acercarse otro chico más, sin duda me puse muy nerviosa y mi cuerpo se tensó demasiado.
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Gomenasai
Teen FictionUn amor que llego a los limites. Un amor tan humano y al mismo tiempo inhumano. Un amor que cualquiera puede experimentar. Un amor que salvo y al mismo tiempo condeno. Un amor que fue una bendición pero también una maldición.