capítulo sesenta y tres.

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demi: ¿estás muy cansada?

tu: en realidad no...(dijiste cerrando la puerta) solo quería que estuviéramos solas... (te acercaste a ella que estaba junto a la cama y la besaste)

demi: ¿qué te parece un masaje?(sonrió provocativamente)

tu: claro me encantaría

demi: ¿tienes aceite o crema o algo?

tu: en ese cajón hay aceites de almendra y coco tu escoge...

demi: ok ...(ella fue y lo tomo) bueno ahora debes quitarte la ropa

tu: ¿me ayudas?

demi: claro ( sonrió y te beso mientras te sacaba la chaqueta y comenzaba a subir tu polera se separo un segundo y la quito por completo )

narras tu.

ella desabrocho mi brazier con una de sus manos y me empujo levemente sobre la cama se saco su chaqueta y puso un poco de aceite sobre sus manos

demi: ponte boca abajo (tu sonreíste y obedeciste ella dirigió sus manos aceitadas y las llevo a la parte baja de tu espalda y masajeo lenta y sensualmente tu espalda)

tu: vaya... esto es delicioso

demi: ¿te gusta?

tu: sí... eres maravillosa en esto.

demi: bueno ahora gírate (volviste a hacer caso ella se sentó sobre ti a la altura de tus caderas tomo la botella de aceite y dejo caer un hilo de aceite sobre tus senos los que masajeo sensualmente mientras te besaba )

demi: ¿sabes en que terminara esto?

tu: no , pero me encanta en la dirección en la que va ( la seguiste besando) esto estorba ( dijo tomando la blusa de demi y quitando la por completo)

narras tu

ella seguía masajeando mi pecho y el abdomen mientras yo sutilmente le quitaba el brazier y besaba sus labios me encantaba esa conexión que se producía en nosotras cada beso sobre mi piel me hacía correr una electricidad inexplicable el placer que me brindaba ella era realmente indescriptible desabroche su pantalón y los saque tan parido como pude me moví ágilmente para cambiar su posición por la mía dejándola tumbada sobre la cama acaricie sus piernas y bese su abdomen escuche pequeños gemidos que me prendían aun mas , fui subiendo mis besos por su abdomen luego sus senos y el cuello para terminar de nuevo en esos perfectos labios rojos, la simple idea de tenerla junto a mi me hacía sentir feliz ¿acaso era eso ? ¿solo estando con ella podía ser feliz? y si era así me parecía perfecto por que pretendía estar el resto de mis días a su lado .

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Ps: quedan pocos capítulos :) gracias por leer.

Lo que nunca imaginé.- Demi lovato y tu.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora