Lo que nunca imaginé.- Demi lovato y tu.-

Capítulo ocho.

demi:am...am...es una alarma ( dijo aproximándose a al aparato y apretando un botón del costado para apagar el sonido

tu: vaya... si que suena fuerte( golpearon la puerta)

xx:esta todo bien ahí dentro? que fue ese ruido?

tu: no es nada papá ( dijiste abriendo la puerta)

Robert: si que sonó fuerte...

Demi:bueno yo ya me voy..

Robert: apenas son las 5 ¿no quieres quedarte a cenar?

demi: am...no señor Haminway tengo que llegar a casa...

Robert: claro cariño como gustes ( dijo saliendo de tu habitación)

demi: está bien yo me voy

tu: te acompañó a la puerta (sonreíste)

demi: claro( dijo mientras ambas salían de tu habitación y bajaban las escaleras hasta la puerta salieron de casa y la acompañaste al hermoso camaro color amarillo te miro complicemente por lo sucedido anteriormente y no dijo palabra alguna de eso)

tú: ¿y bien?

demi:a claro... ya me voy (dijo miéntras sonreía)

tú: nos vemos en la escuela( le tomaste la mano y ella entrelazo sus dedos con los tuyos)

demi: claro( seguía sonriendo y mirándote como si en ese segundo no importara nada más en el mundo que ustedes con la mirada podía decir todas esas cosas que de los labios tal vez jamás saldrían era extraño y fantástico era lo más especial y único que habías sentido antes era algo realmente asombroso) bueno me voy o llegaré tarde a casa... y mi madre se molestara

tú: claro hasta luego ( dijiste mientras te acercabas a ella besabas sutilmente su mejilla y ella se ruborizaba soltó tu mano subió a su auto y condujo hacia la salida de tu casa)

narra demi.

Me sentía algo extraña y complacida no tenía idea que era lo que había sucedido exactamente pero me hacía sentir aquello que jamás podría explicar jamás me había sentido de esta manera por una persona conduje hasta cada y permanecí ahí pensando en lo raro y lindo que había sido este día.

Narras tú.

Estaba en mi habitación tirada en mi cama sin saber bien como o que era lo que pasaba pero algo era seguro la sonrisa de mi rostro no podría borrarla con nada en el mundo sentí que alguien tocó la puerta de mi habitación y dije.

Tu: adelante...

Robert: ¿qué te parece si vamos a cenar afuera está noche?

tu: ¿mery ya hizo la cena?

Robert: si

tu: entonces no

Robert: ¿por qué no?

tu: porque no haces trabajar a una persona para luego no apreciar su trabajo

Robert: está bien... Ey que bien quedó esto (dijo mirando el ADN)

Tu: si demi es realmente buena con esas cosas (sonreíste)

Robert: me agradó tu compañerita

tu: ¿a sí? (dijiste arqueando una ceja un tanto complacida)

Robert: si, de hecho deberías llamarla e invitarla a la cena familiar de mañana (dijo mientras se formaba una sonrisa amistosa sobre sus labios) me parece realmente una buena chica... (Te dio tu teléfono que estaba sobre el escritorio y salió).