6. Incapaz

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Incapaz.

Es la palabra más estratégica que la mente de Donghyuck puede pasar.

Siempre le dicen eso con respecto a su físico. Es delgado pero usa ropa lo bastante ancha para verse obeso, y como le da exactamente lo mismo que la gente lo insulte, él deja que lo llamen como quieren.

Donghyuck tiene dieciséis años, vive en una casa grande. Su madre sufre de depresión por culpa de su padre, quien se fue y los dejó solos a ambos.

Al inicio su madre podía aunque sea sonreír, pero ahora, ni siquiera puede mirar a Donghyuck porque dice que sus ojos son iguales a los de él. Ella se llama Jihyo y su padre se llama Daniel.

Donghyuck trata de alimentarla y mantenerla viva, aunque él también este en bajo peso. Donghyuck simplemente trata de no estar solo.

Las burla en la escuela son suficiente para que odie en totalidad el establecimiento, pero eso no quiere decir que tenga bajas calificaciones, por supuesto que no.

Va bien en lo académico, en cuanto a lo social no tanto y a lo emocional, pues ahí falla en mucho.

Cada vez que ve a su madre le da mucha comida para que ella esté bien, olvidado que debe también alimentarse.
La mujer no se da da cuenta de que la estabilidad física de su hijo está más baja de lo que se considera bajo peso. Por lo que Donghyuck apenas come una barra dietética en toda el día.

La mayoría de su tiempo la pasa estudiando, y lo demás se dedica a ver a su madre y prestarle atención a las cosas que ella murmura o grita.

Comió un poco de comida y bajó al primer piso, dejando a su madre descansar.

Donghyuck recordó los planes que tenía, por lo que empezó a reír por lo bobo que era en haber bajado y no haber de inmediato pasado a su habitación a cambiarse ropa.

Divertido por la situación, subió otra vez a el piso superior, tarareando una canción de Britney Spears.

—Toxic...— cantó mientras miraba a dónde había dejado el traje.

No lo recordaba sinceramente, no recordaba en dónde diablos había dejado el traje. Luego de un rato que no sirvió para nada más que para mirar bajo su nariz y darse cuenta de que estuvo su ropa siempre a el lado del mueble, logró poder vestirse.

Una polera gris con el nombre “Donghyuck” grabado por todos lados. Un short del mismo color que la polera, corto hasta las rodillas. Unas calcetas blancas con dos líneas grises al inicio, con ambas al nivel de bajo la rodilla. Y los creativos zapatos de fútbol, gris.

Metió su mano al bolsillo de su mochila y masticó el delicioso chicle que tenía ahí. Deslizó una última vez su mirada por la habitación de su madre y salió decidido a hacer amigos en el club pingüino.

Correr no es la mejor opción de nadie para llegar a un lugar con un cierto aire decente, pero para Donghyuck era necesario correr en estos instantes.

Corría como si su tiempo dependiera de ello, espera, su tiempo si depende de ello. Contra  mucha gente, en sentido contrario y realmente cansado, Donghyuck no podía hacer más que jadear mientras trataba de evitar que lo golpearan en su huesudo cuerpo.

A fin de cuentas, llegó bien.

Pronto estaba a el lado de una gran casa, mirando la cancha de fútbol frente a él.

The Losers | NCT DREAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora