05. CARAS DEL PASADO

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Luego del pequeño incidente con Laura, donde según ella quería recordarme quien era con un beso, me sentí rara ya que estaba mi doctora favorita y estaba presenciando todo.  Me acordaba perfectamente bien de Laura solo estaba jugando pero no creí que fuera hacer aquello, siempre lo hacíamos pero cuando éramos unas niñas no a estas alturas de la vida, hacerme la desmemoriada me iba a salir caro al ver la cara de la doctora Dos Santos.

Cuando Laura me abrazo, me queje de dolor solo por el hecho de que se apartara ya era suficiente contacto.

-¿No me digas que aun andas en los mismo de siempre?- Su ceño fruncido me daba entender que no le gustaría mi respuesta después de tanto tiempo.

-Que te podre decir – en mi cara ya se asomaba una medio sonrisa para dejarle su respuesta a su imaginación, la doctora aún seguía escribiendo en la planilla pero atenta a todo lo que hablábamos.

-No es una buena respuesta y lo sabes Aina, te desapareciste mucho tiempo ahora apareces y en la cama de un hospital. ­–dirigió la mirada hacia la doctora – ¿se va a salvar  este demonio?

-Lamentablemente si, parece que tiene las vidas de un gato – En ningún momento levanto la mirada de la tabla en la que escribía, Laura soltó a reírse y meneaba la cabeza negando.

-Vez estoy entera, nada de preocuparte además la doctora me ha cuidado muy bien. – le di una buena mirada de arriba hacia abajo, que no pasó desapercibido para Laura.

-No señorita, ella está fuera de nuestra liga ya tiene su príncipe azul -  rodé los ojos y levante los hombros en señal de que me importa su príncipe azul.

-Quizá aún no le llega su princesa Azul, ¿verdad Doc? –Levanto su mirada con ojos asustados, como si la hubieran descubierto en algo, menos mal Laura estaba de espaldas a ella.

-Laura te están llamando ya van a pasar la ronda con los especialista –  siguió escribiendo evadiendo olímpicamente mi pregunta, pero no me iba a quedar con la duda.

-Entonces Doc, ¿no va a responder mi pregunta? – levanto la cara para enfrentarme, su semblante serio me indico que no iba a decir nada. – Tu cara me lo dice todo – hice un amague de sonrisa para quitarle hierro al asunto, deseaba saber su respuesta en algún momento la tendría.

-Buenos días Señoritas – Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo, al reconocer esa voz – Buenos días- respondió Gaia que estaba a mi lado, me quede callada tratando de que no me reconozca, hoy no era mi día; estaba apareciendo muchos con lo que en algún momento de mi vida tuve algún trato y eso no me gustaba.

Aina Foster - Tenía cuentas con aquel Doctor que estaba parado deletreando mi nombre y abriendo los ojos como para echarle gotas. Su cuerpo estaba tenso igual que el mío.

-La misma que viste y calza – no iba a demostrar debilidad. Esa palabra fue borrada de mi diccionario.

-Doctora Dos Santos ¿cómo estuvo el paciente durante la noche? – Me miro a los ojos y pude ver su rabia contenida de seguro porque no estábamos solos, y un escándalo no le quedaba nada bien a su profesión. Me empecé a sentir incomoda, cerré los ojos solo para escucharlos.

-Paso la noche tranquila, se le administro los medicamentos correspondientes – deje de escuchar lo que estaban diciendo, y me mente me traslado a un episodio de mi vida que aun dolía.

El triángulo del amorWhere stories live. Discover now