Capitulo XIV

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Duele, duele mucho, me quema.

Todo es borroso a mi vista, ni siquiera puedo mantener los ojos abiertos.

El tono de piel de él ha vuelto a la normalidad, la realidad ha vuelto a nosotros, aquel tono de piel de mi fiel compañero se ve tan extraño ahora, como un recordatorio de que todo es temporal, de que nada es real.

Intento permanecer de pie, pero no se puede, jamás podré desobedecerle, con todo el ardor que sentía en ese momento el impacto de mis rodillas en el piso fue nada, ni siquiera fui consciente.

Dolor y gozó, luz y obscuridad, todo lo incorrecto y lo que es correcto, lo visible e invisible, todo y nada.

Siempre es así, él es todo y nada, al sentir todo en mi cuerpo, aquellas sensaciones indescriptibles se que él está cerca, se que esta por llegar.

-Levántate- Aquella voz llega a mis oídos, poniendome alerta y en calma al mismo tiempo- Seguirás mis pasos como si fueran tuyos, seguirás mis órdenes como si fueran tus ideas y me amarás más de lo que te amas a ti mismo.

Aquello ni siquiera es una voz, es un sonido que no se puede explicar, es algo que escuchas pero realmente no lo haces.

-Lo haré- Me escuchó hablar y desconozco esa voz- Seguiré tus pasos como si fueran míos, seguiré tus órdenes como si fueran mis ideas y te amaré más de lo que me amo a mi mismo.

-Levántate Belfegor- La luminiscencia que desprende el cuerpo de él mencionado hace que mi vista se dirija a él- Ambos se han distraído de sus deberes, han sido enviados por un objetivo, desde siempre haz sido mi mejor ayudante- Senti su mirada en mi, clavandose duramente como cuchillos- Se que solo tu eres capaz de acatar mis deseos, eres tu el que debe cumplir esta tarea. No me decepciones, Lucifer.

De nuevo el ardor, sentí el dolor en mi espalda, el aviso de que aquella parte de mi que había olvidado en tan poco tiempo había vuelto, recordandome lo que soy.

De las pocas cosas en las que la humanidad tiene razón acerca de los Ángeles es sobre las alas, los Ángeles si tienen alas, contrario a lo que piensan no tenemos plumas, son parte de nosotros, eso quiere decir que nuestras alas son de carne y hueso, los humanos son creados a semejanza de la mejor creación de él. Los ángeles.

Así que en términos generales, son como nosotros, ambas "especies" tenemos una fisonomía parecida: ojos, nariz, boca, manos, piernas, pies, dedos, pensamientos. Pero también tenemos diferencias, los ángeles irradiamos algo que para que entiendan y lo que mas cerca a una descripción, irradiamos luz, cada Ángel irradia una "luz" distinta.

Otra cosa en la que los humanos acertaron es que los Ángeles son aquello a lo que ustedes llaman "hermoso" una belleza que nadie puede refutar, por fuera hermosos... Por dentro estamos vacíos, con solo un propósito:

Adorar al creador.

Pensamos, si. Sin embargo sólo pensamos en algo, en el todo poderoso, sólo pensamos en seguir sus órdenes.

O eso creí, he pasado desde el inicio de todo cumpliendo cada una de las ordenes de él, siguiendo sus pasos y amandolo más de lo que me amo a mi mismo.

Durante todo el tiempo, desde la creación, hemos creído que lo único que podemos amar, adorar y admirar es a él. Yo fuí de aquellos que implantaron aquel pensamiento en los de mi especie; a lo largo de todo el tiempo se nos hizo creer que el único sentimiento -si así podemos llamarlo- es amor y sinónimos hacia el creador.

Eso creí.

Creí que solo existía él, creí que solo podía admirar la belleza de él, creí que solo podría sentír por el y hacía él, pero no.

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