Brandon running away.

capítulo 1

Era inició del invierno.
En esta ciudad cae nieve, el suelo al igual que los ríos se congelan.
La temperatura baja.
La época en donde los cuellos de tortugas se hacen populares al igual que esas sudaderas y chamarras de piel de animal esponjoso.
Las comidas calientes y las bebidas.
Mas bien parece época de navidad.

Salí de esa cola con los hot dogs recién calientes.
-hay que comerlo de una vez-
-da la bebida-
Raúl apago el cigarrillo y entro a la tienda.
Entre en el auto con calefacción.
A unos minutos se abre la puerta del copiloto.
-ten.
Raúl trajo dos cafés.
Lo sé tal vez no queda pero me estoy congelando.
En el silencio se saborea la mezcla de la mayonesa con mostaza, la cebolla picada y la salchicha cubierta con tocino y queso fundido.

-atención patrulla 602 hay un robo en el banco nacional repito...

Nos pusimos a la marcha.

La calle esta cerrada.
Algunas patrulla esperan.
Baje del auto al reconocer ese numero a un costal de la puerta de una patrulla oficial.

Mis compañeros.
Los policías me miraban con temor, con pena...lastima, tristeza.

-¿qué ocurrió?-
El oficial solo bajo la cabeza y negó.
Antes de preguntar algo.
Unos paramédicos con camillas salen trasladando a los testigos heridos al hospital lo mas pronto posible.
Atrás de ellos salió el culpable...
El criminal, criminal por robar, criminal por atar cabos, criminal por lastimar, por matar...

Me acerque a ellos.
Pero dos oficiales me sujetaron antes de acercarme a él.

Con una sonrisa burlona me miro, en sus manos tenía sangre.
Alzó la mirada al igual que yo
Nos miramos y se mancho la cara con la sangre de sus manos.
-te deje un regalo, pequeño-
Lo subieron a un camión de bronce y se lo llevaron.
-¿de qué habla?-
¿Regalo?
Aún la patrulla sigue ahí estacionada.
Sangre.
Número 720...720¿?.
«Ten mucho cuidado con el hielo»

Entre corriendo.
Subiendo los escalones de dos.
Empuje la puerta sin importarme si hago ruido o si asusto a alguien.

Adentro olía a pólvora, sudor, sangre.
Las personas en el suelo aún.
-¡Salgan! Ya acabo-
Los ayude a salir, a levantarse.
-hay alguien ahí-señalo una señora atrás de la mesa grande.
Asentí y me acerque.
Rogaba que no sea lo que pienso pero apareces parece que tengo el don que se realiza lo que pienso.

Un gemido de dolor.
Un hombre con el uniforme de la policía tirado en el piso.
Una herida profunda.
Pocos minutos.
La sangre en su ropa, en el suelo.
En él.
Me agache y lo intente levantar, cargar.
-no lo hagas...-pidió deteniendo mis intentos.
-pero..-
-no lo hagas- sonrió.
-te vas a curar-
negó con al cabeza.
-te vas a curar, y regresarás a casa, con tu familia, y veras la televisión con ellos, y le llamarás la atención por ser tan testarudo-
Lo intente pero solo le provoca mas dolor.
-iré por alguien-
Sin dejarlo hablar salí corriendo.
Pedí ayuda.
Un para médico lo revisaba en lo que yo estrechaba su mano firmemente.
No podía dejarme vencer.
No adelanté de él.

El para médico me miro y negó con la cabeza sus ojos expresaban disculpas.
Y en el mío suplicaba por salvarlo, terror.

-no se puede hacer nada Bran.
Aprovechemos estos minutos-
Apoye su cabeza en mis rodillas.

El trueno vibro, sonó fuerte.
La ultima inhalación.
Las lágrimas de una en una a paso lento cayeron.

Con la mano temblorosa cerré sus ojos azules de Ricardo.

-y ¿ a quién voy a esperar?-