Cuentan que el diablo una vez se enamoró y no supo que demonios hacer con ese vacío en el estómago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión. Cuentan que Satanás conoció su propio infierno, en la boca de una mujer cuyos besos lo hacían un simple mortal. Cuentan que el diablo ya no es tan diablo y que se le puede ver caminando sólo con ojos de melancolía.
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Frases de libros y más
RandomAveces somos tan egoístas que pensamos que nuestro dolor es lo único que importa.