S E V E N

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Jungkook despertó adolorido ya que la noche había sido fría como ninguna, si jungkook no tuviera uso de la razón juraría que estaba en el mismo Polo Norte.

Al estar completamente despierto se levantó con dificultad ya que su cuerpo se encontraba entumecido y decidió ir a tomar una ducha para relajar sus músculos, pero no se esperaba que el agua saldría completamente fría causando que el pelinegro saltará, pegandose en la pared de la reducida ducha.

"Demonios" dijo el pelinegro sobando su frente que fue la que recibió todo el impacto.

Después de acostumbrarse al frío del agua Jungkook tomó la ducha más rápida de toda si vida y salió disparado a ponerse ropa, una vez que estaba vestido completamente decidió ir a visitar a Rosa ya que habían quedado en desayunar y aprovecharía para pedirle una bandita para su frente, así que se dirijo a la recidencia Kim y al entrar se encontró con un silencio sepulcral que le hizo sentir escalofríos ya que eso era demasiado silencioso ya las pocas veces que había ido se encontraba siempre con los agradables sonidos de las pisadas de las mucamas, de la cocina en movimiento para preparar un desayuno, comida o cena, pero ese día, ese día se podría escuchar el sonido de un alfiler callendo al piso.

El pelinegro se dirijio al cuarto de lavado, ya que sabía que si Rosa no lo recibía al entrar estaría en el cuarto de lavado, aunque llevaran poco tiempo de conocerse Jungkook le había tomado cariño a la mucama mayor y estaba agradecido por todo lo que esta había echo.

Enfrascado en sus pensamientos se dirijo a la cocina, por la cual tenías que pasar para llegar al cuarto de lavado que se encontraba en el sótano de la recidnecia, o eso le había dicho la mayor. Sin premura el pelinegro abrió la puerta de la cocina y lo primero que vio al entrar fue a tres tipos, dos de ellos apuntandole con con una P18 automática.

"Manos arriba" dijo el encapuchado número uno.

Jungkook se quedó en su lugar estático, aún asimilando que estaba pasado.

"Manos arriba idota" grito el que no tenia arma haciendo que Jungkook finalmente reaccionara.

"Pobre chico, llegaste en el momento incorrecto"

"D-déjenme en paz, yo solo trabajo aquí" dijo mientras el que no tenía un arma lo amarraba de las muñecas con una cuerda.

"Eso que importa idiota, ahora tu nos vas a ayudar a traer de vuelta lo que es nuestro"

"¿Que quieren, quieren dinero? esta familia puede dárselos yo no tengo nada que ver aquí"

"Lo que nosotros queremos no es su estúpido dinero, vamos a recuperar  lo que nos quito" el pelinegro sintió escalofríos en cuanto escucho la voz llena de colera de uno de los encapuchados.

"Calmate idota, no tenemos que darle explicaciones a este cualquiera" dijo empujando al pelinegro que calló con su cadera ya que sus manos estaban completamente amarradas.

Al estar en el suelo se dio cuenta que había alguien más ahí con él tirado en el suelo ¿muerto?... descarto esa idea después de unos segundos de observar el cuerpo inconsciente del chico y ver que su cuerpo subía y bajaba cada vez que inhlaba o exhalaba con pesadez. Jungkook pudo darse una idea de quien se trataba ya que con sólo ver sus pijamas ya te podías dar una idea de qué tenía dinero.

"Qué lo vez, te gusta o algo así? dijo en tono burlesco uno de los encapuchados.

"¿Q-qué? no, jamás los había visitó en mi vida, por que ustedes mejor no toman lo que sea que quieran y se largan de una buena vez"

"No lo encontramos todavía, pero no lo entenderías"

Mientras esa conversación transcurría otros dos encapuchados buscaban por toda la casa eso, eso que  era la razón de todas las guerras comerciales en las que los Kim estaban desde hace mucho tiempo.

S T A R   D U S T - Taekook || Vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora