"¿Jackson? ¿Jackson? ¡Jackson!"
El picoso olor a vomito y licor, invadió mis fosas nasales y como si se tratara de una herramienta para reactivar mis sentidos, entendí mi contexto.
Otra habitación de hotel.
-Tú a mi no me pagas lo suficiente para todo lo que hago por ti-La encuentro presurosa, y abrumada. Está recogiendo la ropa esparcida por la habitación, mientras parece repasar los motivos por los que se queda a mi lado.
No es necesario abarcar mucho tiempo para que en su cabeza se vislumbre la más clara razón: me ama.
Nunca lo ha dicho en voz alta, pero no necesito que me lo esclarezca, sé que me ama muchísimo.
Lo que parece ser una miembro de mi staff, entra a la habitación y deja una bandeja con un vaso de agua y un par de aspirinas sobre mi cama. Prosigue a ayudarle a mi asistente personal, y limpia lo que se asemeja al producto de unos tequilas en las rocas.
Sería una cruel mentira si admitiera que superé el episodio de la última semana. Luego de que mi novia hiciera una aparición pública con mi mejor amigo, y confirmaran su relación. Cometí la mayor estupidez de mi vida, me emborraché el día de mi primer concierto en un teatro importante. Nunca había reunido a esa cantidad de personas para verme, y eché todo por la borda. Por más que quisieron recobrar mi compostura, desafiné, la mitad del concierto lo cantaron los asistentes, olvidé las letras y apenas logré moverme en el escenario.
Tras lo ocurrido, miles de plataformas se saciaron con mi nombre e hicieron trizas mi reputación. Por mucho que he querido retomar el ritmo de mi carrera, me siento derrotado por su recuerdo.
Tara había sido la primera chica en mucho tiempo que había derrumbado mi coraza y había enternecido mi corazón. Nos habíamos conocido en algún evento promocional. Fluíamos, las conversaciones, las caricias, los besos, el sexo. Por dos años, se mantuvo a mi lado, fiel a las migajas que le podía entregar. Mis horarios invadían nuestra privacidad, pero no parecía ser un inconveniente para declararnos completamente enamorados.
Nunca le gusté a sus padres, sus amigos advertían el desastre que iba a implicar nuestra relación y que en cualquier momento podría traicionarla.
Pensándolo bien, entiendo porque me dejó. Nunca la traicioné, pero no la amé lo suficiente.
-Tierra llamando a Jackson Wáng-Zoey agitaba su mano frente a mi cara.
La miré por unos segundos, y sin percatarme de que estaba desnudo, la abracé.
En todos estos días me había hundido en el alcohol y la compañía de fugaces miradas. Había incumplido citas y acuerdos, desperté solo, enfermo y adolorido. Pero Zoey nunca había tenido problema para sacar mi nariz de mi trasero cada mañana, y hacerme sentir en casa. O quizá si tenía problemas, y quizá en este momento se encuentre arremetiendo contra mi espalda mientras ignoro sus protestas por mi olorosa e indecorosa situación.
Sea como sea, Zoey era la mejor.
-Te amo Zoey.-Me aferro más a ella. Sus golpes cesan y recibo su cariño de vuelta.
No dice nada, nunca dirá abiertamente lo que siente por mí pero en estos últimos tres años, nos hemos convertido en una familia. Nos vemos más seguido que a nuestras propias familias, conocemos nuestras fortalezas y debilidades. En muchas ocasiones me he lamentado no estar enamorado de ella. No sé si será más fácil comprender el amor así. Lo único que tengo claro es que cuando el mundo va en picada, lo que Zoey me entrega a pesar de sus regaños, es la más pura forma de amor.
Miro las botellas vacías, y la miro a ella. Acaricia mi cabello mientras yo me aferro a su cintura. Esta pérdida en sus pensamientos, está analizando que tan correcto está permitirse quererme así. Cuando no puedo darle lo que ella merece.
He pensado en despedirla, desprenderla de este martirio. Pero sin Zoey, Jackson Wang no es nadie. Nos está matando vivir así, ella entregada a una persona que se ha entregado a la soledad de correr tras la fama. Yo, aceptando que no sé amar como lo merecen.
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MIRRORS | JACKSON WANG
FanfictionJackson ha tenido suficiente. En los altos y bajos de la vida se ha permitido amar sin condicionarse demasiado, sin embargo, en el camino llegas a un importante punto donde entiendes que no todos te merecen. Ocho relatos sobre Jackson, su disposic...