Un Ángel

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Los perseguidores ya saben dónde estamos, cada vez se escuchan los ladridos más y más cerca. Sarah ha dejado de gritar y ha perdido el conocimiento, Matías trata de reponerla con su sanación. Gabriela y Steven están conmocionados como para decir una palabra. Debemos movernos, pero el miedo nos tiene paralizados.

-¡Billy, debemos empezar a correr! –Grita Matías, ya ha empezado a correr con Sarah; los demás también le siguen.

Aun no me he podido moverme del sitio, algo me lo impide. Una persona sale de atrás de un árbol. Un hombre adulto de algunos 40 años. Su pelo es totalmente blanco, tiene una barba frondosa y el cabello un poco despeinado.

-Necesito que vengas conmigo, Billy... –Dice, el hombre. –Pero antes de eso, no debes dejar que te atrapen... Corre, ve con ellos y escapa, luego nos encontraremos.

Recupero mi movilidad, vuelvo a estar en mis 5 sentidos. La presencia de aquel hombre parecía una alucinación. Sarah y los demás toman mis manos y echamos a correr. Corríamos por un sendero de animales, todos tomados de las manos para no perdernos. El sendero nos llevo hasta un rio, el cual cortaba nuestro camino. Acto seguido, el helicóptero se posa sobre nosotros y una voz grave nos ordena:

-Ya deténganse... no tienen escapatoria, si intentan algo abriremos fuego.

Los sabuesos y otros hombres nos rodearon segundos después de que la voz nos advirtiera. El rio estaba a nuestras espaldas, podríamos lanzarnos a él si ese helicóptero no nos tuviese en la mira. Los sabuesos nos gruñían y los hombres apuntaban sus armas hacia nosotros. Todo apuntaba a que nos querían con vida o ya habrían usado sus armas.

-¿Matías, como saldremos de esta? –Pregunté en voz baja.

-Usar la invisibilidad es inútil, esos perros los guiarían hasta nosotros... Estamos acabados.

-Hoy abría sido un lindo primer día de clases para ti, todo lo arruinaron estos tipos.

De pronto, otro hombre sale; su apariencia apunta a que es un militar. Él empieza a vernos y a caminar de un lado al otro negando con su cabeza.

-¿Cómo estos niños casi se les escapan? –Le dice a sus hombres. -¿Quién diablos de ustedes es Billy Johnson? –Pregunta.

Nadie dice ni una sola palabra, sólo nos miramos a la cara. Empiezo a sentir un mareo y un dolor de cabeza palpitante que me hace poner de rodillas al suelo.

-¿Entonces? ¿Ninguno de los tres es Billy Johnson? –Pregunta, caminando de lado a lado.

-¿Para qué quieres saberlo? –Pregunté.

-¡Vaya!, ya sabemos quién es Billy. Billy hace poco registramos fragmentos de un meteorito cayendo a la tierra, uno de esos fragmentos cayó en el Instituto al que asistes. Estuvimos investigando y hubo un raro acontecimiento con uno de sus alumnos, el cual fue hallado cubierto de sangre. ¿Le suena, Señor Johnson?

-Sí, todo es cierto, ¿pero qué tiene que ver eso conmigo?

-No mienta, Señor Johnson; usted sabe que estoy en lo cierto, así que le recomiendo venir conmigo sin poner ninguna resistencia; así sus amigos podrían irse sin ningún problema. ¿Qué me dice?

Estamos acorralados, no tengo más salida que aceptar su petición, no quiero que nadie salga herido por mi culpa. Las palabras de aquella alucinación parecían ser muy reales, "No debes dejar que te atrapen" –Pienso.

-Entonces, ¿aceptará por las buenas o por las malas, Joven Johnson?

-Está bien, ¿pero qué pasará si voy con usted?

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2020 ⏰

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