Carta #1

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Querido:
Para ti.
Creo que tengo mucho que decirte, pero a la vez no me atrevo a hablarte.
Todo te lo estaré diciendo en estas cartas, por si algún día quieras leerlas...
No me atrevo a arriesgarme, no me atrevo por miedo a que por una u otra razón nazcan, nuevamente, ganas de seguir teniéndote en mi vida.
Tengo ganas de escribirte algo y mostrárselo de aquí a un buen tiempo, cuando ya no sienta nada y cuando este segura de que tu tampoco sientes nada.
No sabes lo absurdamente extraña que me parece esta situación, tengo miedo hasta de escribirte, sabiendo que no vas a leerlo.
En primer lugar, quiero decirte que te quise, te quise mucho, y a pesar de que muchas veces no lo demostré por medio de palabras, creo que mis acciones gritaban cuanto te quería.
También tengo que reconocer que, a veces, mis acciones no eran tan correctas que digamos, a veces me comportaba como una niña, una niña a la cual tu siempre parecías complacer.
No sé en que momento comenzaron los problemas, pero creo que siempre estuvieron ahí, es más... Recuerdo que a penas te conocí pude percibir ese extraño sentimiento que sólo se presenta cuando un amor es peligroso.
Pero decidí seguir, a pesar de todo decidí que era mejor arriesgarnos.
El tiempo pasaba y puedo decir que, por primera vez, conocí lo que era estar enamorada. A pesar de los problemas, de las peleas, pude experimentar sentimientos que no sabía que existían, sentía que, por fin, había encontrado una persona con la cual me complementaba de una manera excelente. Podía terminar tus oraciones, podía gritar, podía cantar, podía hacer lo que quiera sin sentir vergüenza alguna... Y eso es algo que sólo he podido hacer contigo hasta el momento.
También me enseñaste muchas cosas, me enseñaste que podía ser lo más importante en la vida de una persona, que los hombres también lloran, que la gente si puede hacer cosas buenas por mi, me enseñaste que a veces es bueno no escuchar a los demás y hacer sólo lo que yo quiera... Me enseñaste mucho de carros, de celulares, de cómics...
Pero también me demostraste que todo lo bueno de una persona puede ser opacado por tan sólo una mala acción.
Gracias a ti también aprendí que nunca más volveré a cometer los errores que cometí, pero sobretodo, aprendí que nunca más dejare que me traten de la manera en que tu lo llegaste a hacer, que nunca más aguantaré que la persona que MEJOR me trata sea también la que PEOR lo haga, dependiendo de su estado de ánimo.
Gracias a ti aprendí que valgo mucho.
Tal vez sea muy pronto para hablar, muy pronto para saber si estoy mejor sin ti... Pero creo que voy bien, y a pesar de que cada vez te extraño más, cada vez me doy más cuenta, también, de que prefiero extrañarte a seguir viviendo como lo hacíamos.
Gracias a ti aprendí que la gente traiciona, que la persona que mejor te hace sentir puede ser, también, la que más te haga llorar.
Ahora soy un poco más libre, más contenta, más tranquila... Y sobretodo, más segura de como quiero que sea la persona con la que me quede por el resto de mi vida.
Ahora se lo que merezco, se lo que valgo, se que YO estoy antes que todos y que me tengo que querer a MI para poder querer a los demás.
Ahora se que la dignidad si importa y que podemos borras las nubes grises del paisaje si es que en realidad lo queremos.
Ahora se que la decisión que tomamos hace un tiempo, al alejarnos, fue la mejor que hemos tomado en estas últimas semanas.
No te odio, pero ya no te amo, me decepcionaste, pero gracias a eso ahora soy quien soy, soy más fuerte y puedo hacer lo que quiera, cuando quiera y como quiera.

Querido...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora