2: Sentimientos intrincados pero apacibles

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Uma se vanagloriaba de sus logros y está pequeña travesura no planeada no fue delegada de ello. Se hizo con el libro y se había instalado en su cuarto, cerrando la puerta con fuerza y colocando el seguro de la misma, como si estuviera huyendo de una escena de crimen. El bolso salió volando hacía su cama, lugar donde ella se había tirado con rapidez y con frenesí impropio de ella sacó el libro.

Quién la conociese muy bien sabría que este tipo de comportamiento no era del todo usual para la capitana del viejo Lost Revenge, menos que la dichosa acción se debía por algo tan banal que un libro viejo. Pero la bruja de mar menor conocía de tesoros de alto valor, y ella sentía que ese libríto rojo era sin duda uno de ellos. Sus manos se dedicaron a recorrer cada de las partes del libro, pasando el dedo indice derecho pasear por el lomo, las cejas sobresalientes de la cubierta de cuero rojo muy bien cuidada y suave al tacto. Luego volvió a recorrer el titulo, como si lo estuviera leyendo por primera vez, y volvió a sentir ese corrientazo recorrer su espina dorsal en señal de excitación. Era extraño que un objeto tan sencillo le hiciera sentir ansiosa, pero la culpa era de esos mensajes escritos. No quiso perder su tiempo en volver a leerlos, debía ir directamente a la acción.

Para sentirse mejor, se recostó en la cama desasiendo su postura inicial que era la de estar acostada boca abajo. Retiró sus zapatos con magia y se dispuso a leer.

Tener que contar la historia del libro es una faena que el narrador, por temor a molestar a su lector, tendrá que omitir. No es importante y eso se vera en otra historia que luego se contará.

Uma por otro lado se había dejado arrastrar ferozmente por el torbellino de emociones que sentía ante cada nueva lectura, nuevas lineas y párrafos totalmente sencillos que la transitaban por distintos lugares y le hacía conocer nuevas personas y criaturas. Era fácil dejarse llevar por las expectativas debido que el autor magistralmente había plasmado en unas pocas lineas un escenario que le era cotidiano, aunque ajeno a su propia condición, y un personaje que podía juzgar sin que se molestara en explicar las razones por la cual se lleva acabo la trama.

 La historia era simple por sí sola, en cuanto a la acción que vivía la heroína poco podía sentirse completamente animada. La princesa era un molde de la típica adolescente que luego de darse cuenta de que metió la pata muy pero al fondo del barrial quiere, mágicamente y solo por ser buena, enmendarse. Claro que el arrepentimiento no le parecía mal, pero era  condenable que la doncella pudiera siquiera pensar, ver al rey o a los duendes como los culpables de la pesadilla que vivía. La doncella - quien no tenía nombre- era la culpable máxima de lo que le había sucedido.

-Es una tonta- Había dicho para sí, luego de haber pasado la parte donde había soltado la frase mágica  comenzaba a asustarse por la presencia de los duendes. Frase que continuaría diciendo a medida que avanzara su lectura. Saltó a la siguiente página.

Creditos al autor (No hallado aún)

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Uma había quedado muda.

Sus ojos y los del hombre retractado se habían encontrado en ese mismo instante en que la página fue pasada, haciendo que Uma diera un brinco perceptible por la sorpresa. Había profundidad en ellos, haciéndola que quisiera mirar mejor los detalles de cada pincelada que el artista había logrado  causar ese efecto de realismo. Mientras más miraba sentía que el mismo había cobrando vida. Podía notar en ellos cierta intención, un mensaje, pero le era imposible de descifrar. Había pasado un minuto y parecía que habían sido horas admirando esos dos ojos de grafito. Él era el Rey de los Goblins.

Puedo vivir dentro de ti (Jareth x Uma)Where stories live. Discover now