Final

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-Estamos aquí reunidos...-comenzó el sacerdote 

Hacía cuatro meses de mi boda con Javier. 

El tratamiento no había funcionado y se marchó.

El vacío que ha dejado es grande pero sé que se queda aquí un trocito de él cada vez que miro a Marco.

-¿Alguien quiere decir unas palabras?- preguntó el sacerdote

-Yo- dije levantándome, saqué un folio- está en blanco, le di la vuelta. No sabia que escribir, el vacío que tengo es tan grande que no sé que decirte, amor mío. ¿Qué se le dice a una persona que te lo ha dado todo y te ha enseñado la fuerza del amor? Solo gracias y hasta la próxima vida, te juro que te  buscaré y te encontraré. Te amo, Javier. 

Un año después

-Marco, ven a conocer a tu hermanito- dijo mi madre

-Mamá ¿Dónde está mi hermanito?- me dijo Marco 

-Ahora viene, mi amor- lo cogí

Si, Javier, tuvimos un hijo y ahora nuestro amor si que será eterno.

-Aquí tiene- me dijo el enfermero- ¿Cómo se llama?

-Javier, se llama Javier- lo cogí en brazos con Marco al lado

Mi madre sacó una foto, a una mujer despelucada después de ocho horas de parto, con unas ojeras de haber llorado un buen rato y ahora una mujer completa con dos hijos maravillosos, una foto hermosa. 

...

Las lagrimas corrían por mis mejillas.

-Marco ¿estás bien amor?- me pregunto Asier

-Si, cariño- le dije 

Me dio un beso 

-Tengo que llamar a Javier, tiene que leer este libro, él no conoce la historia de mamá y papá- le dije a Asier, mi marido. 

-Seguro que es estupenda- dijo Asier- tu madre era la mejor.

-Mi madre era una mujer con los sentimientos a flor de piel y muy sincera y este libro es la prueba de ello- cerré el libro

MarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora